Un cabo de la Policía local usó un móvil de la fuerza para llevarse a su casa un bien que halló en la vía pública. Y por ser quien es, apenas le pusieron “media” falta…
Un ómnibus perteneciente a una empresa de colectivos perdió el miércoles pasado una de sus ruedas traseras cuando circulaba a la altura de la esquina de bulevar Alvear y Entre Ríos, sin que el hecho fuera notado por el chofer de la unidad ni por los pasajeros, ya que el rodado posee dos en cada extremo de su eje. A decir verdad, la situación casi que tampoco fue advertida ni tan siquiera por los transeúntes. Recién al finalizar su recorrido, cuando estaban barriendo el interior y lavando el exterior del vehículo, alguien se percató del faltante.
Desde la empresa descartaron por completo la posibilidad de robo, debido a que el ómnibus nunca estuvo detenido el tiempo suficiente como para que alguien procediera a aflojar las tuercas, sacarlas y quitar rueda. Por lo tanto, decidieron realizar el recorrido en una camioneta, preguntar aquí y allá, se fue corriendo la voz entre los comerciantes, hasta que una persona que sí había visto lo sucedido, se comunicó y brindó “el dato”.
Resulta que el vecino vio cuando un móvil del Comando de Acción Preventiva (CAP) de la Departamental San Martín de la Policía de la Provincia de Córdoba se detuvo en la intersección señalada, para que sus ocupantes descendieran y cargaran la rueda de la unidad de transporte en la caja de la pick up de patrulla.
“Listo”, dijeron en la empresa de transporte, y se dirigieron directamente a la sede policial de General Paz 317. Los atendieron muy bien, “esperen por aquí”, mientras comenzaron a indagar por la rueda. Por un momento, parecía que nadie sabía nada, ahí el “elemento rodante” daba como “fugado”, no estaba… Hasta que un policía le comentó algo por lo bajo a uno de los jefes: “Puede ser que el cabo Sarmiento se la haya llevado a su casa”…
Sarmiento no se hallaba en la sede de la fuerza, por lo que una comisión se dirigió directamente a su domicilio. Y el uniformado aceptó que sí, que la tenía ahí, pero no supo dar más explicaciones. La rueda fue entregada a los empresarios de la firma de transporte de pasajeros, mientras que el viernes último al cabo Mario Sarmiento le aplicaron cinco días de suspensión, lapso por el cual tuvo que entregar su credencial y su arma. Tampoco los va a cobrar, porque faltó a su deber.
Así es, faltó Sarmiento, pero “acomodaron todo bajo cuerda sin darle participación a la Justicia y no es así como se debe actuar, porque después la gente piensa que todos los policías somos iguales. Estamos en la calle para resguardar bienes y, si encontramos un bien, no nos lo podemos apropiar. Lo tenemos que llevar a la Comisaría, para después buscar a sus dueños”, dijo uno de los agentes que narró la historia a EL DIARIO.
Ellos sostienen que “hay muy buenos policías, que son la mayoría”, pero dicen que “a veces pasan cosas que hacen quedar mal a todos”.