Ameghino quedó eliminado en cuartos de final del Torneo Federal de básquetbol, al perder anoche en el quinto punto de la serie por 77 a 70 ante San Martín en Junín. Es un escalón más dentro de la escalada que tuvo la institución y que pretende sostener con crecimiento
Escribe Damián Stupenengo
Enviado especial a Junín
La historia dirá que Ameghino perdió anoche por 77 a 70 ante San Martín de Junín en condición de visitante y quedó eliminado en cuartos de final del Torneo Federal en su temporada debut. Pero esa historia también dirá que esta derrota es parte de un nuevo capítulo en el libro de los hitos del básquetbol villamariense.
La paridad reinó en el primer cuarto dando un adelanto de lo que se vería durante todo el juego. Si bien Ameghino consiguió demostrar mayor fluidez ofensiva, no estuvo fino y le costó anotar. Del otro lado, San Martín apostó a una de sus principales armas ofensivas, los triples, pero falló demasiado y tampoco se le hizo fácil llegar al gol.
No lograron sacarse ventajas considerables en ningún momento, pero el equipo de Pablo Castro estuvo al frente en el marcador permanentemente y sólo perdió el liderazgo durante algunos segundos. Ameghino se quedó con un primer parcial, apoyándose en el goleo de Marcelo Piuma (7), por 15-16.
El segundo fue un cuarto de pequeñas rachas para cada uno. Comenzaron intercambiando gol por gol, nadie defendía y los goles llovían con facilidad. Sin embargo, un triple de Adriano Di Biaggio abrió la puerta a una seguidilla de puntos del local que lo llevaron a escaparse por 6, gracias a algunas distracciones defensivas de los villamarienses que le dieron de comer a San Martín, que se empezó a amigar con el aro.
Castro pidió minuto y tras las indicaciones, el “León” reaccionó para volver a tomar el liderazgo con un parcial de 6 a 0, pero sobre el cierre, otra bomba, esta vez de Alejo Barrales, estampó el 35 a 33 con el que se fueron al descanso.
Los triples empezaron a entrar para el local (dos de Varela y uno de Barrales) y eso le permitió llegar a sacar una ventaja de 11 puntos en el tercer cuarto. Fue un parcial en el que Ameghino corrió siempre de atrás. Por momentos logró mantenerse cerca, sin embargo, la sequía ofensiva le estaba saliendo caro.
La mejoría desde el perímetro para el local fue clave: San Martín tiró un 20% de triples en el primer cuarto y terminó con 50% de esa zona el tercero.
De todas formas, plantado en una zona que presionó mediocampo, Ameghino tuvo unos lúcidos últimos segundos, que incluyeron una volcada de Cristian Rossini, el jugador que más creció en su rendimiento desde la fase regular a play off, y le permitió irse abajo apenas por 6 (58-52).
El último cuarto se fue escurriendo como el agua entre las manos para Ameghino, ante la impotencia de un rival que se alejaba en el marcador, sin poder contenerlo.
Ameghino abusó del tiro de tres puntos. Estuvo estático en ofensiva y buscó resolver de manera individual permanentemente, chocando contra la defensa del local. Mientras, del otro lado, Barrales tomó la conducción de su equipo y lo hizo jugar, encontrando al mejor ubicado para lanzar en casi todas las ofensivas.
San Martín llegó a escaparse a 10 puntos faltando dos minutos. La presión de Ameghino le generó dos pérdidas consecutivas al local, pero no las pudo cambiar por gol. Apenas logró acercarse a 6, pero los dirigidos por Alsina prácticamente no se equivocaron en el parcial.
Así, el juego se le terminó escapando, pese a la entrega y el incansable esfuerzo. El 77-70 final se clavó en el cronómetro, pero también en el pecho de este plantel.
El sueño de Ameghino no terminó, sino que entró en la dura etapa de aprender de las derrotas para intentar, la temporada que viene, aprovechar las bases que dejó plantadas en un torneo que le era absolutamente nuevo y aspirar a continuar avanzando por el camino del crecimiento deportivo e institucional.
Si le tocaba despedirse, el orgullo de este plantel no quería que fuera sin dejar de una buena imagen. Por eso luchó para empatar la serie cuando el agua le llegaba al cuello. Por eso se animó a poner en jaque a un equipo prácticamente imbatible en su reducto (de 17 partidos que jugó como local, contando fase regular y play-off, perdió sólo uno).