Recibir la noticia de una enfermedad siempre es un cimbronazo que nos debilita y entristece, pero recuperamos las fuerzas al tener la bendición de ser atendida por profesionales de excelencia, con un perfil humanista con el que honran tan noble profesión como es la medicina.
Es por eso que quiero hacer público mi agradecimiento profundo y sincero a todos los que allí trabajan, comenzando por el doctor Laureano Fraga, quien, al igual que otros profesionales, dejan de lado sus horas de descanso y las de sus familias para ponerse al servicio de los pacientes que lo necesitan.
También quiero agradecer al resto los que allí trabajan, comenzando por el Servicio de Diagnóstico por Imagen, siguiendo por los residentes de Ginecología, los enfermeros y enfermeras, los técnicos del Laboratorio, anestesistas y al Servicio de Anatomía Patológico.
A todo el personal que allí se desempeña, les deseo que Dios los bendiga y le retribuya tanta atención por los que los necesitamos.
Nancy Angelelli, su esposo Claudio y su hijo Lucas