Un frentista reclamó por el pésimo estado de la calle Sarratea, en barrio Industrial, que a lo largo de sus 600 metros presenta pozos y mucho barro acumulado
Si bien las lluvias dieron tregua desde hace algunos días, aún hay calles que sufren las consecuencias de la gran cantidad de agua caída en el mes de abril.
La arteria Sarratea, en el barrio Industrial, es un claro ejemplo de ello. Un vecino del lugar se quejó por las condiciones que tiene esta calle “de punta a punta”.
Es que, a lo largo de toda su extensión, unos 600 metros, la cantidad de pozos y barro acumulado en ese lugar es mucha, por lo que transitar por allí es toda una travesía. Esta arteria topa contra la prolongación de la Hipólito Yrigoyen en uno de sus extremos y contra la parte de atrás del mayorista Don Emilio en el otro.
“Es una calle que quizás no tenga tantas casas, pero sí es muy transitada”, contó el frentista. “En una parte da al estacionamiento de un boliche, entonces los sábados a la noche, por la gran cantidad de autos que pasan, queda destruida, con muchísimas huellas marcadas y pozos tremendos”, comentó, y agregó: “En otro sector pasan vehículos de gran porte del mayorista que está acá cerca, entonces entre esas dos cosas la calle es intransitable”.
Si bien el vecino hizo hincapié sólo en esa arteria y en el largo período de tiempo que se encuentra en esas condiciones, un recorrido por el lugar permite observar que no es la única que está en ese estado, sino que, por ejemplo, la calle Paso de los Andes o la Puerto Rico también.