Un cuarto de los operativos registrados ocurrió por violación al Código de Faltas mientras que el resto estuvo vinculado a delitos, en especial los casos de hurto
Escribe: Diego Bengoa (de nuestra redacción)
A lo largo del año pasado, fueron detenidos en promedio 12 menores de edad por mes en Villa María.
En total, fueron “demoradas” 142 personas menores de 18 años en doce meses. La mayoría, varones: sólo el 5,6% se trató de mujeres.
Estos son los saldos de 102 operativos que se registraron en 2015 en el que los protagonistas fueron niños, niñas o adolescentes.
Los datos surgen de un recuento que efectuó EL DIARIO tomando como base los dos partes de prensa oficiales que la Departamental General San Martín de Policía emitió diariamente. Se observó uno por uno para extraer los datos que involucran a menores de 18 años.
Es decir, este informe se sentó en cifras oficiales, por lo que no se descarta que hubiese habido más casos, ya que en numerosas ocasiones quedó reflejado que la fuerza no comunica todos los episodios del día.
Desmenuzando lo recabado, se constató que el 23,5% de los operativos ocurrieron por contravenciones, es decir violaciones al Código de Faltas que estuvo en vigencia el año pasado. Hubo aprehensiones por “escándalos públicos” y fue notoria también la cantidad de demorados por “conducción peligrosa” o “conductor menor de edad”.
De todas las detenciones, una estuvo vinculada a una muerte. Sucedió al arrancar el año, el 16 de enero, cuando los policías detuvieron a un pibe de 16 años y a su padre en barrio Parque Norte, por un homicidio registrado en un bar de calle Corrientes al 1400, que fue muy resonante.
En febrero, por su lado, cayó un chico de la misma edad por “abuso de arma de fuego”, en relación a un hecho en el que resultaron heridas dos personas de 15 y 18 en calle Brandsen.
El 28 de abril, en tanto, fue a parar a la Departamental otro adolescente de 16, en este caos por “tenencia ilegal de arma”, luego de que vecinos denunciaran que se escucharon detonaciones.
No obstante, vale subrayar que son los menos los casos en que se encontraron armas de distinto tipo en poder de los jóvenes y que se advirtió que se registraron varios episodios de vandalismo, como daños a vidrieras, portones o móviles policiales.
También cabe consignar que en el último trimestre la Policía dio cuenta de una mayor cantidad de detenciones por contravenciones: o antes no hubo tantas o sobre el final del año hubo una decisión de empezar a comunicarlas.
¿Qué sucede cuando los uniformados trasladan a un menor a la Comisaría? Ante la consulta de EL DIARIO, una alta fuente judicial precisó que lo primero que se hace es comunicar al Juzgado de Niñez, que pide los antecedentes de la persona para analizar las medidas a tomar. “Existe la posibilidad de que se lo entreguemos a los padres o que inmediatamente al día siguiente lo enviemos a Córdoba para hacer una evaluación para adoptar las medidas que la ley prevé y en base a esto puede quedar internado para tratamiento o retornar a su domicilio con seguimiento, libertad vigilada o lo que demande cada caso en particular”, apuntó la fuente.
En esto se advirtió que la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de la Provincia (Senaf) funciona con muchas falencias, por lo que el seguimiento, que implica la integración en el sistema educativo, el trabajo con la familia y las demás acciones destinadas a una correcta reinserción del adolescente a la sociedad, “hace agua”.
De hecho, en los sucesos más violentos de los últimos años en la ciudad y que involucraron a jóvenes, se observó que los victimarios continuaron teniendo problemas importantes de conducta y en varios casos atemorizando a sus vecinos, cayendo repetidamente en el círculo de la delincuencia. “Si te fijas la población carcelaria que tenemos, son todos chicos jóvenes y la mayoría ha pasado en su momento por el Juzgado”, señaló la exjueza de Niñez Cecilia Fernández a este matutino.
Volviendo a lo que sucede cuando son aprehendidos, desde la Justicia aseguraron que los menores “no permanecen en la Departamental más de 24 horas” y durante su estadía en la Comisaría deben estar separados de los adultos detenidos.
Cuando se trata de inimputables, “inmediatamente vuelven a sus casas”. Son los de 15 años para abajo.
Algunos de los episodios que involucran a chicos: Robo de chocolates en el híper o una jaula con un cobayo
Entre robos de bicicletas o de teléfonos celulares (algo que se repite en el recorrido por los partes de prensa), sobresalen estos hechos:
– El 2 de marzo, se detuvo a pibes de 11 y 13 años por “hurto en flagrancia”. Tenían cuatro cañas de pescar que habían sustraído de una cochera de calle Martín Fierro al 700.
– El 17 de marzo, resultaron aprehendidas tres personas, de 15, 20 y 32. Fue por un robo en un galpón, al que supuestamente ingresaron rompiendo un candado y del que se llevaron una garrafa de diez kilos y una jaula con un cobayo. Ese día, la Policía informó que el mayor de los tres tiene “frondosos antecedentes”.
– El 18 de abril, el protagonista fue un adolescente de 16, por robar un florero de un nicho en el cementerio La Piedad.
– El 20 de abril, fue detenido un varón de 15 por ingresar a un patio y llevarse un perro.
– El 31 de julio, se llevaron preso a un chico (no se consignó la edad) por sustraer chocolates de una góndola de un hipermercado.
– El 27 de agosto, hubo un caso de “tentativa de hurto” en la Galería Internacional, en el microcentro, y resultaron comprometidas dos chicas, a las que se les secuestraron prendas de vestir.
– El 20 de septiembre, fueron trasladadas a la Comisaría diez personas, entre ellas un pibe de 17, por “violación a las normas reglamentarias de caza y pesca deportiva”. En ese operativo, que incluyó otras detenciones, se secuestraron seis liebres y 23 perros.
– El 13 de octubre, fue detenido un menor de edad (no se informó la edad) por “hurto calificado”, tras saltar un tejido en un domicilio y sustraer tres jaulas con pájaros.
Hubo varios casos de conducción peligrosa o de conductores menores de edad o en rodado fuera de condiciones para hacerlo, pero durante 2015 se registró un solo caso de conductor menor de edad con alcohol en sangre mayor a lo permitido. Fue el 11 de julio, cuando una chica de 17 chocó un poste de alumbrado público mientras conducía un auto y luego se detectó el estado de alcoholemia.
Un pibe de 10 años. El 16 de noviembre, fue a parar a la Departamental un nene de 10 años, quien con una mujer de 35 años, resultaron sospechados del delito de “hurto en flagrancia”, por la sustracción de tres teléfonos celulares en un local.
Es el caso de menor edad de todos los informados por la Policía el año pasado.
La mayoría promedia los 16 años, aunque no se puede sacar la media porque en varios sucesos no se consignó la edad oficialmente; indicándose sólo que se trataba de menores.