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“El mundo adulto no acompaña al niño”

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“El mundo adulto no acompaña al niño”
El vicario general de la Diócesis de Villa María habló sobre el rol de padres y docentes en el proceso educativo

El vicario general de la Diócesis de Villa María, Alberto Bustamante, se expresó acerca de la familia y la educación. Sostuvo que la escuela no puede suplir a los padres de los alumnos y sus responsabilidades

El vicario general de la Diócesis de Villa María habló sobre el rol de padres y docentes en el proceso educativo
El vicario general de la Diócesis de Villa María habló sobre el rol de padres y docentes en el proceso educativo

En el marco de la “Novena Jornada de Educación para el Amor y la Familia que organizó la Junta Regional de Educación Católica (JUREC)”, el presbítero Alberto Agustín Bustamante advirtió que el problema es “un mundo adulto que no acompaña lo suficiente” al niño.

“No tiene que ver con el abandono explícito, sino con la no paciencia, la cercanía, el ir orientándolos y no poner límites. Cuando yo concedo todos los caprichos a un niño, es una manera de no acompañarlo en la paciencia de saber regular los tiempos, de anticipar el futuro al presente”, sostuvo el vicario general de la Diócesis de Villa María ante educadores de Mar del Plata.

El disertante, que fue también el expresidente del Consejo Superior de Educación Católica (Consudec), logró captar la atención de los docentes de los establecimientos educativos católicos marplatenses planteando fundamentalmente cuáles son los roles que les tocan a los padres y a los docentes en el proceso educativo.

“La invitación del Papa Francisco a ser una Iglesia en salida, que no quede en los márgenes institucionales, es un desafío para nosotros como Iglesia, como escuela”, aseguró.

“El Papa nos recuerda que la escuela es Iglesia y que educando la escuela se puede convertir en un gran hospital de campaña. Para nosotros es un desafío y esta jornada es un espacio de reflexión”, sostuvo.

En referencia a quienes atraviesan momentos de mayor complejidad, el sacerdote precisó que “hay más crisis de pastores que de ovejas. Es decir, los muchachos y muchachas tienen el proceso de desarrollo con sus matices y seguramente hoy con nuevos escenarios. Proceso que, de alguna manera, hemos transitado todos. Hoy el problema es un mundo adulto que nos los acompaña lo suficiente”. “No tiene que ver con el abandono explícito, sino con la no paciencia, la cercanía, el ir orientándolos y no poner límites. Cuando yo concedo todos los caprichos a un niño, es una manera de no acompañarlo en la paciencia de saber regular los tiempos, de anticipar el futuro al presente. En ese sentido, creo que hay un mundo adulto en crisis. ‘Se nos han mezclado los naipes’, me dijo una vez un hombre, y creo que así estamos, principalmente los más grandes”, advirtió.

 

“La escuela no es suplente de la familia”

El presbítero Bustamante sostuvo que “La escuela no puede suplir lo que otras instituciones, como la familia, deben dar. El Papa Francisco hace una alusión en hacer un nuevo pacto educativo donde nos involucra a todos porque el chico no transita solo en la escuela, sino en la familia y muchos otros ambientes. Hoy más que nunca la escuela debe ser un ámbito donde el chico experimente ese ser tenido en cuenta sin renegar al procedimiento de enseñanza y aprendizaje. Pero que no sea un proceso de comunicación de conceptos abstractos, sino que se relacione con la realidad y, fundamentalmente, con la posibilidad de generar espacios de vinculo y encuentro en un mundo donde abundan las pantallas y no las miradas”.

“El papa Francisco dijo a los chicos hace unos días que la felicidad no es una aplicación que se baja en el celular. La escuela debe integrarse a la matriz tan de la modernidad, tan centrada en los conceptos y contenidos a transmitir, con el desafío de incorporar todo lo socioafectivo como condición sin la cual no se puede educar, enseñar e instruir. El Papa planteó acompañar, discernir e integrar. Tres dimensiones fundamentales de la cercanía de la Iglesia a la vida de la persona. Encuentren como se encuentren y desde ese encuentro hacer un planteo más profundo. Primero nos tenemos que encontrar con las personas”, subrayó para concluir el sacerdote.