Encabezada por «Mamá cultiva» y «Cameda» (dos asociaciones de uso de cannabis medicinal), se realizó una marcha en Buenos Aires con el propósito de acompañar a las organizaciones o fundaciones que luchan por el autocultivo y la despenalización de la planta. También hubo manifestaciones en otros puntos del país.
La Marcha Mundial de la Marihuana es un evento que se realiza desde 1999 de forma simultánea y autónoma, el primer sábado de mayo de cada año en ciudades de todo el mundo con el objetivo de reclamar por la regularización del uso del cannabis, el reconocimiento de los usos medicinales e industriales del mismo, y terminar con la criminalización y persecución de usuarios y cultivadores.
Este año, la MMM estuvo encabezada por «Mamá cultiva», una asociación conformada por madres de chicos con epilepsia refractaria, cáncer y otras patologías, que tiene por objeto hacer uso terapéutico de la planta de cannabis. «Somos un grupo de madres de chicos con epilepsia que encontramos en el aceite de cannabis el alivio para nuestros hijos que durante años estuvimos buscando y los fármacos no pudieron darnos», señaló a Télam Valeria Saleth, integrante de la organización.
«El aceite de cannabis frena las convulsiones en nuestros chicos y además de eso los conecta con nosotras, porque por lo general los anticonvulsivantes los dejan muy alejados de la realidad; por lo general los dopan demasiado y ellos quedan en una forma muy autista con un retraso madurativo importante que le genera otros problemas», añadió.
«La marcha es para que no nos lleven presas por plantar. Queremos plantar la medicina de nuestros chicos y de todos los chicos, por eso el sábado marchamos por el autocultivo, el cultivo colectivo, el cultivo comunitario, la despenalización y la no criminalización a los cultivadores, y por el derecho a la salud, a la dignidad y a la vida de las personas».
La marcha, también estuvo encabezada por la agrupación «Cannabis Medicinal Argentina» (Cameda), conformada por pacientes, cannabicultores, padres y profesionales de la salud, con el propósito de conseguir la regulación del uso del cannabis para fines medicinales, terapéuticos y científicos en la Argentina.
De penal a sanitario
«Existimos por el vacío científico, jurídico, académico, y el desconocimiento de los usos médicos de la planta», afirmó a Télam Ana García Nicora, médica, madre de una paciente con epilepsia refractaria y fundadora de Cameda. «El cannabis es medicina y vamos a marchar para que la planta deje de ser un tema penal sino que sea tratada como un tema sanitario».
Matías Faray, integrante de la Asociación Cannabicultores del Oeste (ACO), que hace años vienen impulsando las marchas, aseguró a Télam: «Este año es muy particular, nos adelantamos dos horas para marchar con las madres de ‘Mamá Cultiva’ en la cabecera, junto con los chicos, y también coordinamos y llevamos adelante la marcha con Cameda. Queremos cambiar la actual ley de drogas por una que permita a las personas que hacen uso terapéutico del cannabis tener su medicina y que los que cultivan dejen de ir presos. Alrededor de 14.000 personas son detenidas por año, lo que al Estado le cuesta algo de 40.000 pesos por cada causa «.
Por su parte, Emilio Ruchansky, periodista y director de la revista THC, indicó a Télam: «Tenemos entendido que la población carcelaria de Córdoba y Buenos Aires se acrecentó debido a la Ley de Menudeo que ‘desfederalizó’ la justicia y permite que las policías provinciales y juzgados menores realicen allanamientos por autocultivo y detengan a personas sin intervención de la Justicia Federal».
«Siempre es importante que se tome el contexto de la tenencia, se debería permitir el autocultivo para no obligar al consumidor a acudir al mercado negro y despenalizar la tenencia, ya que el consumo es sin víctimas y está dentro del derecho a la intimidad», aseveró Ruchansky.