En un show que fue de menor a mayor en densidad musical, que contó con pinceladas de cierta arrogancia de seductor incorregible, citas futboleras (“todos somos en un momento arqueros yendo a cabecear un córner”), y repaso de su etapa solista y reversiones de Caballeros de la Quema (“Otro jueves cobarde”, “Sapo de otro pozo” y “Avanti morocha” en los bises), Iván Noble se presentó el sábado por la noche en el Teatro Verdi ante menos de 300 personas, en el marco de su gira de presentación del disco “Perdido por perdido”. En plan acústico arribó junto a Rubén Casco (teclados) y Benjamín López Barrios (guitarra), mientras él alternaba entre la acústica y el cajón peruano. Su primera vez en Villa María también espacio para una sentida versión de “Bienbenito” (de 2007), dedicada a su hijo.
- R. S.
