Entrevista Gustavo Ferradans
El villamariense participará por primera vez de la tradicional multiprueba de larga distancia que se disputará el 29 de mayo en Florianópolis y en la que estará en disputa el Campeonato Sudamericano
Martín Capriotti es el principal referente del triatlón de esta región de las dos últimas décadas y sin dudas, uno de los que más logros han obtenido en competencias de distintas distancias.
Desde 2002 en que compitió por primera vez, ha sumado títulos provinciales y argentinos, y a su vez fue buscando nuevos metas, como competir en distancias más exigentes como lo es el Ironman 70.3 también denominado, Medio Ironman.
Luego de ser representante argentino en mundiales de triatlón, buscando nuevas metas, comenzó a competir en las pruebas 70.3, y ha participado con buenos resultados en distintos puntos de nuestro país, como también lo hizo en Uruguay, Chile, España, Islas Vírgenes y en Estados Unidos.
El triatlón ha sido para él “un estilo de vida” y ha dicho muchas veces que “uno se recibe de triatleta el día que participe de un Ironman”.
Justamente esa es su nueva meta. El tradicional y emblemático Iron de Florianópolis, que se disputará el próximo domingo 29 será su nuevo desafío.
Será el segundo triatleta local en participar (el anterior fue Guillermo Cavagliato, que lo hizo en 2002, y abandonó en el primer tramo de competencia), en esta prueba que consta de 3,8 km de natación, 180 km en bicicleta y 42 km de pedestrismo.
El triatleta dialogó con EL DIARIO sobre esta prueba, sus sensaciones y cómo ha sido su preparación.
-¿Cuándo nació la idea de correr esta prueba?
-Hace 15 años atrás, cuando empecé a competir, siempre tuve como meta correr en Hawái. Por diferentes razones se fue postergando. Si sos un triatleta de alma, te gustó, disfrutaste esto y lo tomaste como una filosofía de vida, tenés que recibirte de triatleta haciendo un Ironman. Aunque llegues último. Más allá de la competencia en sí, es la lucha contra la distancia y vos mismo.
Hay veces que corrés un triatlón short y te dan ganas de abandonar. ¿Te imaginás con esta otra distancia?
-Es la prueba más emblemática en esta parte del mundo.
-Esta prueba es además el Campeonato Sudamericano de la especialidad. Por la fecha, vienen muchos de los profesionales del mundo, porque le da la cantidad de meses justo para lo que es el Mundial de Hawái. Está a cinco meses de que comenzó el año y otros cinco para el Ironman de Hawái. Les da el tiempo justo de descanso.
-¿Cómo se entrena para correr semejante prueba?
-La distancia máxima, genera que sea muy dura la suma de horas de entrenamientos. Entrenar esas distancias juntas es imposible. Dudo que haya un ser humano que sea capaz de entrenar todas estas distancias, que te diga un día voy a andar 180 kilómetros en bicicleta y al otro, correr 42 kilómetros. Lo único que se puede asemejar es la natación, que son 3.800 metros. Para correr un Ironman no existe la frase “hoy no entreno”. Entrené todos los días, con mayor intensidad los fines de semanas.
-¿Cómo se compatibiliza el tema de la dieta, descanso, entrenamiento y trabajo?
-Me cuido de los excesos más que nada. No soy de comer cosas raras, cuanto menos ingiera grasas, bizcochos, hidratos básicos, mejor. Nunca tuve una dieta específica. Trato de comer muchas veces al día, tratar de no estar cansado. En enero arranqué muy entusiasmado. Mi hijo ya no exige tantos cuidados como los primeros años. Me acomodo con mi mujer y el trabajo. Arranqué muy entusiasmado y con mucha carga de entrenamiento. Ahí tuve un problema de salud y saqué el pie del acelerador. Estaba entrenando mucho. Dos sesiones diarias de mucha intensidad. Luego me senté y lo planifiqué diferente. Hacer una sola cosa por día bien hecha y me dividí la semana diferente. A fondo los fines de semana, y durante la semana, un día trote, un día bici y dos días de natación y el restante lo iba viendo, de acuerdo a si estaba cansado. Fue buena la base de entrenamiento que hice. De lo que tengo conocimiento, fui manejando los volúmenes semanales que iba a hacer. Eso me permitió tener más horas para recuperarme. Para un súper profesional es sencillo hacer dos sesiones diarias, pero uno que tiene que trabajar, llevar el nene al jardín, estar con tu señora, hacer una cirugía… se le complica un poco. En cada entrenamiento estoy pensando ¿qué voy a sentir en la carrera?, ¿qué me va a doler? En realidad te duele todo.
-De los triatlones cortos pasaste a estas distancias. ¿A qué se debió?
-De lo que venía haciendo había llegado a mi máximo, no había más para progresar. Yo le perdí el gusto de correr carreras cortas. La media distancia se ha puesto de moda. Corre mucha gente.
Tanto en el triatlón olímpico, como en el Medio Ironman. Yo siempre le tuve respeto a la distancia del Ironman, porque es muy largo. Es el doble que el Medio Ironman, son 3,8 km de natación, 180 km de bicicleta y 42 km corriendo. El último Medio Ironman que corrí fue en Concordia, que es una distancia a la que estoy acomodado. El cuerpo se acostumbra luego de varios años de estar compitiendo en esa distancia.
-Hay muchos que empiezan a entrenar y enseguida pretenden participar de una prueba de alta exigencia. Este triatlón no es para cualquiera. Exige experiencia y tener el cuerpo adaptado para semejante exigencia…
-Hay que tratar de no ser fantasioso. Hay muchas carreras y muchos quieren largar. Yo le tuve siempre respeto al triatlón y fui progresivo. Empecé con las distancias cortas, luego de muchos años pasé al Medio Ironman. Siempre le tuve respeto al Ironman completo, por la cantidad de horas, y el acostumbramiento que tenés que tener en el cuerpo. Yo venía haciendo sesiones de entrenamiento de 20 km el viernes corriendo, 160 km en bici el sábado y 28 km el domingo corriendo. Terminás cansado y te cuesta recuperarte de los entrenamientos. Si alguien se plantea hacerlo sin entrenar, no termina los 3,8 kilómetros nadando. Esto no es para ansioso, te podés lesionar en ese momento y te das cuenta cuando sos viejo, que te duele esto o lo otro. Yo siempre lo vi con respeto. Lo vi con chicos que corrían al lado mío, por apurarse, no corrieron nunca más.
-¿Le pusiste fecha límite al triatlón competitivo?
-Haré esta experiencia y luego veré que hacer. Es ahora o en Hawái, pero se acabó. Porque no puedo sostenerlo. Vengo arrastrando lesiones que las vengo controlando. En realidad no quiero romperme y no poder hacer nunca más nada, a mí me gusta correr.
-¿Cómo pensás que será la carrera?
-No sé como saldrá. Es una carrera muy larga, contra la alimentación, contra la cuestión mental, son tantas horas. Es el límite del cuerpo. Mi meta es clasificar a Hawái. Y si no clasifico me lo tengo que replantear seriamente. No creo que pueda entrenar más de lo que entrené. Tal vez, si, pero tendría que dejar la mitad de mi vida. Tengo que hacer medio día de trabajo. No sé si vale la pena. Por muchas cuestiones. El objetivo es terminarlo. Si sale una buena carrera es porque Dios lo quiso. Tenés que pensar que ese día es el día, y será el entrenamiento que más largo vas a hacer. Si yo pudiera transportar el tiempo que hice en un Medio Ironman a un Ironman, tendría que estar entre los 10 mejores del mundo. Pasa que no se puede transportar, no es simplemente el doble. Es muchísimo más. Ese es el problema.
El domingo 29 lo sabré. Si mi cuerpo sirve para correr el doble y al mismo ritmo voy a clasificar a Hawái, seguramente. Los 10 primeros de las categorías más numerosas.
Frase
“Si sos un triatleta de alma, te gustó, disfrutaste esto y lo tomaste como una filosofía de vida, tenés que recibirte de triatleta haciendo un Ironman. Aunque llegues último. Más allá de la competencia en sí, es la lucha contra la distancia y vos mismo”.
Yo soy
Martín Capriotti
Nació el 11 de abril del 1982, en Villa María.
Médico oftalmólogo.
Hace 15 temporadas que se dedica al triatlón.
En 2002 corre su primer triatlón, en esta ciudad.
Fue campeón argentino amateur en 2005.
En 2006, participó de la World Cup de Triatlón en Mazatlán (México).
En 2010 fue Campeón Argentino en Distancia Sprint (San Lorenzo) y Distancia Olímpica (Concordia).
Desde 2008 ha participado en distintos Ironman 70.3 realizados en Villa Gesell, Concordia, Mar del Plata, Termas de Río Hondo, Tucumán y Rosario.
Fuera del país lo hizo en Colonia (Uruguay), Mallorca (España), Texas (Estados Unidos), Pucón (Chile) e Islas Vírgenes.
En 2012 fue representante argentino en el Mundial de Las Vegas.
Este año se adjudicó la prueba Sprint del Campeonato Argentino de Triatlón, disputada en Embalse y fue tercero en su categoría en el Triatlón Medio Ironman, de Concordia.