El gremio y los delegados lograron revertir la situación

Los nueve empleados de la planta láctea de El Craikense, de la Cooperativa Agrícola Tambera de James Craik Limitada, fueron reincorporados a pocas horas de haber recibido el telegrama de despido. Quedan suspendidos por 30 días.

Así lo acordaron ayer las partes, los trabajadores representados por la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina (Atilra) y la empresa de la economía social con la presencia del presidente del Consejo de Administración, Sergio Vigliano, acompañado de su asesor letrado Lucas Caballero.

La audiencia se desarrolló desde las 12.30 en la Delegación Villa María del Ministerio de Trabajo de la provincia. El inspector Marcos Ghisolfi arbitró ante el secretario adjunto de la Seccional Villa María de Atilra, José Calderón, los delegados gremiales Daniel Pérez y Omar Roldán, más el abogado Rodrigo Urusz, frente a la patronal.

Siete trabajadores lácteos y dos del sector comercial-administrativo, encuadrados en el Centro de Empleados de Comercio (CEC), recibieron telegramas de despido. La reacción fue inmediata y desde el sindicato manifestaron que de no ser reincorporados, tomarían la fábrica. Luego de 90 minutos reunidos, firmaron un acta pasando los despidos de los siete trabajadores lácteos a suspensiones. Están adentro, no perdieron su trabajo, lo que era el primer objetivo», sintetizó Calderón.

En problemas

La cooperativa no oculta que El Craikense hace meses que arrastra problemas económicos y a principios de abril presentó en la misma cartera laboral el «procedimiento preventivo de crisis», el que fue rechazado de plano por Atilra. En ese marco, acordaron reducir la jornada laboral de ocho a seis horas diarias (por tres meses), lo que afecta en una reducción aproximada del 25% los salarios de los trabajadores.

Otro de los argumentos de la empresa cooperativa es que se redujo la producción: de un diciembre con 110 mil litros de leche que se procesaban a diario, bajaron a enero con 35 mil y recién en abril tuvieron una recuperación parcial que alcanza los 50 mil litros diarios de leche. Sin embargo, coincidieron en que con un plantel de 65 empleados en la planta «no es rentable».

«Nosotros se lo venimos diciendo en la cara: que solucionen sus problemas y no se lo hagan pagar a los trabajadores, por un lado; y por el otro, que administraron mal, porque otras cooperativas recibieron la misma ayuda económica y no está pasando por esto», marcó el adjunto.

El gremialista planteó ante los cesanteados que aguardaban el resultado de la audiencia en el hall del ministerio que «lo importante es que están adentro, los despidos ahora son suspensiones por 30 días». Explicó que en la audiencia del lunes se confirmará si será con goce de haberes o no, porque los representantes de la empresa indicaron no tener facultad de decisión, pero Calderón adelantó que Atilra rechazará la negativa.

Sin efecto

«La empresa deja sin efecto los siete despidos. Pasan a ser suspensiones por 30 días (con salario básico). En ese lapso la cooperativa reverá su situación financiera, si accede a créditos o recupera más leche, porque es un problema si se van los productores», expresó el sindicalista. Y agregó: «Hay cuestiones que avala la ley, pero como gremio no estamos dispuestos a cambiar figuritas», respecto a en marco de la crisis despedir a unos por otros.

«El achique no es una salida válida, lleva a que la empresa se cierre», sentenció Calderón.

El presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa, Sergio Vigliano, mantuvo su postura de no brindar declaraciones.

Un mes sin respuestas

Hubo tres despidos más. La cooperativa contaba hasta hace poco más de un mes con un depósito-centro de distribución en la ciudad de Córdoba, en Juan B. Justo 3652.

Laura Rossi (34), encargada administrativa del lugar, y otros dos trabajadores fueron despedidos y el lugar cerró sus puertas. La joven oriunda de James Craik había iniciado su actividad en la localidad de origen de la firma hace cinco años, según contó, y dos años más tarde, por «inconvenientes» con el anterior plantel cordobés, fue trasladada a hacerse cargo de esa dependencia y decidió radicarse en Córdoba. El 29 de abril, cuando estaba trabajando en la capital provincial, su padre la llamó por teléfono para contarle que había recibido en su domicilio craikense el telegrama de despido. Ella contó que les comentó a sus compañeros, porque todavía ninguno lo sabía.

Laura ayer estuvo acompañando a los trabajadores despedidos y deberá esperar. A un mes de su despido, sólo tiene incertidumbre.

Pascanas
Aportes para un municipio saludable

“Un nuevo paso cumplido en el proyecto nacional ‘Municipios saludables’. Recibiendo recursos por 41.600 pesos para los proyectos en marcha con la Mesa Intersectorial”, publicó en la red social Facebook el intendente Rodolfo Filipponi.