Benzo, Caronni, Gagliano y Sessarego expusieron ante EL DIARIO su criterio para salir de la situación planteada desde la conducción provincial del radicalismo

La Unión Cívica Radical (UCR) de Villa María viene de celebrar internas el 22 mayo, hace apenas 17 días, pero está obligada a darse un debate interno para solucionar la situación derivada de una determinación de la conducción provincial que no convalida los resultados por no haber acudido a las urnas el 10% de los 7.200 empadronados, tal como lo exige la Carta Orgánica partidaria.

Juan Romeo Benzo, bajo cuya Presidencia se realizaron las elecciones en el Circuito Villa María; Roberto Sessarego, otro de los recientes presidente partidarios en el orden local, y los avezados dirigentes Luis Caronni (exlegislador provincial) y Carlos Gagliano (exconcejal) coinciden en que el ganador en las urnas, Marcelo Barotto, debe conducir las acciones partidarias en la ciudad. Pero entre las opiniones se “cuela” alguna diferencia, al tiempo que surge un mensaje a “terceros” que quieran sacar provecho de lo ocurrido.

Para Benzo (que no integró ninguna lista local, pero formará parte de la conducción departamental) lo sucedido en las elecciones internas no fue un “sincericidio”, sino un “sinceramiento”.

El presidente saliente del Comité de Circuito considera que actualmente “no hay ningún partido político en el mundo que pueda contener la movilidad social que se da en la actualidad; el Partido Republicano en los Estados Unidos es el primero y desde allí hacia aquí no hay otra fuerza que practique la democracia interna como hizo la UCR”.

“Ni el Partido Justicialista lo hace porque no se sabe qué es; si es PJ, si es Frente para la Victoria, si es Unión por Córdoba, que estuvo a punto de perder la personería jurídica o ya la perdió… Nosotros encontramos dos grupos de personas dispuestas a trabajar por nuestro partido, se midieron en las urnas y hubo un ganador y unos porcentajes que hay que respetar. Si hay 18 cargos en juego, pueden ser 11 para la lista que ganó (la de Barotto) y 7 para la que perdió (la de Pablo Salvador)”, agregó.

Y remarcó que “las dos líneas se tienen que poner de acuerdo”.

Ante una consulta, dijo preferir que “se respete a la gente que se presentó”, antes que abrir las lista de unidad a otros núcleos internos.

Luego deslizó: “Si en otro partido hay quien quiere capitalizar el hecho de que fue poca gente a votar, si se esconden en el anonimato, que no se equivoquen porque en estas elecciones no había cargos electivos en juego, no hubo movilidad de aparato, no hubo dinero; son las elecciones menos ‘taquilleras’. Y que recuerden los votos que sacó Oscar Aguad, que son los votos que saca la UCR cuando tiene un buen candidato”.

“Mucho diálogo…”

Caronni también dijo entender que “Barotto debe ser el presidente”.

“Debe haber mucho diálogo, mucho consenso, para alcanzar un acuerdo donde todo el mundo esté incluido”, añadió.

Cuando se le preguntó si en ese acuerdo de “todo el mundo” deberían entrar otros núcleos internos que no fueron a la elección, el exlegislador prefirió que a eso lo decidan las listas que sí participaron.

“Respetando lo que la gente votó…”

Por su parte, Gagliano consideró que “hay que hacer una lista de unidad, respetando lo que la gente votó”. Y explicitó: “Yo creo que a la lista hay que armarla con los dos sectores que participaron”.

En esa dirección sostuvo que el sistema D’Hondt sería “ideal” para realizar la distribución de cargos.

“La conducción debería surgir de esa manera de las listas de Barotto y Salvador para después abrir las puertas del comité a la participación de los demás sectores”, indicó.

Sobre los motivos del bajo porcentaje de afluencia a las urnas, el exedil villamariense afirmó que “faltaron varias cosas”, entre las cuales mencionó “proyectos públicos y tiempo para difundir las propuestas”, entre otras.

Pero, además, Gagliano consideró que no se puede menospreciar el hecho de que 600 radicales se hayan interesado en ver quién conducirá el partido. “Estas no son elecciones abiertas en las que pueden participar los no afiliados y, por otra parte, no estaban en juego cargos electivos, por lo que no se debe confundir los datos”, añadió.

“Clavar el taco…”

Sessarego, quien también supo dirigir el comité local y representar a la UCR en el Deliberante, opinó que “hay que clavar el taco, mantener el resultado e ir a hablar con la conducción provincial en buenos términos para que se acepte el resultado de las urnas porque no siempre lo legal es lo justo”.

“Se debe recordar que en las elecciones anteriores, cuando la gente de Olaviaga se impuso y Bustamante salió segundo, se integró incluso al sector Almagro, de Lazzuri, que salió tercero y que no había llegado al 25% que marca la Carta Orgánica del partido. Tenemos que integrar ahora más que antes, porque es muy difícil conseguir gente que quiera participar en los partidos, como en los clubes o las sociedades de las distintas colectividades o las cooperadoras… El que quiera venir a colaborar, que tenga las puertas abiertas. La base son los que movilizaron el partido para esta interna. Esa es la base de partida. Después, no se puede rechazar a los que se quieran sumar”, concluyó.

Si hay 18 cargos en juego, pueden ser 11 para la lista que ganó y 7 para la que perdió”