Aunque la iniciativa salió por unanimidad, hubo acusaciones cruzadas entre la UCR y el oficialismo de que “no se hizo nada”
Con el aval de todos los bloques fue aprobada ayer la ratificación del convenio de colaboración y transferencia celebrado entre el municipio y el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), por el que este último otorgará un subsidio para optimizar la planta depuradora de líquidos cloacales.
El concejal Mario García (UPC-FPV) indicó que por el acuerdo el municipio recibirá un financiamiento no reintegrable de 27.441.462,44 pesos, destinado a la ejecución de dicho proyecto de optimización de la planta. Remarcó, además, que una vez recibidos los fondos, se efectuará el llamado a licitación para la realización de las obras.
Carlos Gagliano (UCR) destacó la importancia de la Ordenanza 6.271 por el marco jurídico que brinda para el funcionamiento de la planta depuradora y el cuidado del ambiente, pero consideró que si bien establece el control de los volcamientos que hacen las empresas, no se efectuaron los controles pertinentes, pese a los reiterados pedidos de informes del bloque y a que la propia Cooperativa 15 de Mayo advirtió que la falta de cumplimiento de la norma iba a resentir la vida útil de la planta.
“Y ahora se pide un crédito no retornable de 27 millones de pesos. Por la planta depuradora no se hizo nada, vamos a votar este proyecto porque está perjudicando el río, pero las medidas no se tomaron en tiempo y en forma”, señaló.
“Desde el Ejecutivo no hubo respuestas y desde el Concejo Deliberante no hubo manifestación alguna, la única persona relacionada con este Gobierno que reconoció que la planta no funciona es el intendente electo Martín Gill”, añadió.
Recordó las dos denuncias hechas que involucran a la planta, una por la Policía Ambiental por contaminación del río y otra por la Asamblea contra la Corrupción y la Impunidad por estafa, más la demanda civil reclamando la devolución del dinero cobrado a través del cargo por mantenimiento de la planta. En ese punto, mencionó la medida cautelar que fue firmada ayer por el juez Alberto Domenech ordenando que deje de cobrarse ese importe (ver “La Justicia ordenó…”).
“Vamos a aprobar porque no ponemos palos en la rueda. Me llama mucho la atención el silencio de los grupos ambientalistas sobre este tema, nada del Ejecutivo, nada de los ambientalistas, nada de los especialistas de este tema. Escuchamos que no hay que judicializar la política, ¿y adónde quieren que vayamos? Si acá no se puede ni discutir un proyecto”, enfatizó.
“A pesar de lo que ordene la Justicia, este Concejo todavía tiene tiempo de hacer algo por esto. La responsabilidad la tiene el oficialismo porque tiene los votos para cambiar las cosas. La Ordenanza 6.271 es una de las mejores que tenemos, si se cumpliera, por lo que invito al cuerpo a reflexionar y actuar con la responsabilidad que los tiempos demandan, como un acto de justicia para los usuarios”, remató.
El toro por las astas
El encargado de replicarle fue el presidente del Concejo Deliberante, José Escamilla, quien bajó a una banca para hacer uso de la palabra.
Recordó que durante 40 años los líquidos se volcaron sin tratamiento al río, tanto los domiciliarios como los industriales, y que pasaron los años sin que ningún Gobierno -en todos sus órdenes- se hiciera cargo de la problemática.
“En 1992 se municipalizaron los servicios, desde el 92 al 99 hubo gobierno radical y no hizo nada por la contaminación del río”, apuntó, y recordó que Gagliano fue concejal electo en esos años.
Describió lo realizado por esta gestión sobre el tema y aseguró que “es una gran falacia que la planta haya costado 70 millones de pesos; costó 43 millones de pesos con el colector”, al tiempo que destacó que este Gobierno ha logrado que haya un 100% de servicios cloacales en la ciudad.
“Es importante recordar cómo estábamos antes y lo que se logró, si bien cuando se ejecuta se pueden cometer errores. Asumimos que hay una falencia, pero también asumimos que tomamos el toro por las astas. No es fácil resolver que vamos a clausurar un servicio vital, sí es importante decir de qué manera se va a solucionar esta situación, pero no pueden decir que no se hizo nada”, remarcó.
“Estamos tomando esta resolución para solucionar las cosas”, dijo, y repitió que “antes no se hizo nada”.
Mirar hacia adelante
Por último, Georgina Etchegaray (Partido Villamariense Escindido Social Cristiano) celebró el debate.
“Si aprobamos un subsidio, estamos reconociendo que la planta no funciona como corresponde. Quiero aclarar que desde los grupos ambientalistas se hicieron cosas y que la preocupación estuvo, aunque tal vez no se hizo públicamente”, sostuvo la edil.
“Si no funciona la planta, hay que solucionarlo, pero no cerrarla. Pensemos de ahora en adelante, se cometieron muchos errores, pero confío en que las cosas puedan recomponerse. Hay que mirar hacia adelante y no quedarse en lo que pasó porque culpas tenemos todos”, remató.
Más escuelas
También por unanimidad se aprobó sugerir a la Cámara Electoral Federal y a la Cámara Electoral Provincial que distribuyan en más escuelas al electorado villamariense.
A dichos organismos se les solicitará que estudien la factibilidad de incrementar la cantidad de escuelas en la ciudad afectadas a las elecciones con el fin de agilizar y mejorar las condiciones de sufragio. La sugerencia es incorporar a las escuelas Florentino Ameghino, Mariano Moreno e Instituto de Educación Superior del Centro de la República (Inescer), para descomprimir las tres escuelas que hoy tienen entre 29 y 31 mesas, como Rivadavia, Trinitarios y Rosarinas.
Emoción por Cabezas
Además, fue aprobada por unanimidad la declaración de interés municipal y cultural del trabajo de investigación y recopilación sobre la historia centenaria de la ciudad del exintendente Horacio Cabezas.
Escamilla volvió a ocupar una banca para fundamentar la iniciativa y aseguró que “el aporte que ha hecho don Horacio con la confección de este libro es de suma importancia para toda la comunidad”.
Con emoción, recordó vivencias compartidas con Cabezas, al igual que lo hizo Gagliano, quien describió al exintendente como un hombre “profundamente democrático, popular y ético, que puede recorrer las calles de la ciudad con la tranquilidad de haber estado al servicio de la comunidad”.
Ricardo Pereyra, por su parte, lo definió como “un paladín de la democracia”.