Carolina Sena, disertante que llegó desde Bariloche, hizo hincapié en la necesidad de formación docente de manera articulada por los cambios que se generan en las escuelas y que requieren respuestas de los profesionales en las aulas
Ayer culminó el 13º Congreso de Educación del Centro del País, del que participaron más de 650 docentes y estudiantes de toda la región en las dos jornadas que se llevaron a cabo en el Teatro Verdi.
La educación estuvo bajo la lupa de diferentes especialistas, quienes ofrecieron charlas desde distintas perspectivas, pero siempre bajo la temática de “La escuela como territorio de la formación docente”.
Desde el Instituto de Formación Docente de Bariloche llegó Carolina Sena, quien durante la mañana disertó sobre políticas de articulación entre saberes: “Los maestros, maestras, estudiantes y profesores en el proceso de coformación”.
La profesional planteó la necesidad de formación constante del docente en estos tiempos de cambios culturales, tecnológicos y educativos, porque “la escuela también es una organización social, y vemos que hay conflictos que a veces se generan en las escuelas y para los cuales nosotros no siempre tenemos herramientas”.
La charla que ofreció expuso su experiencia en el trabajo de articulación entre institutos de formación docente y escuelas. “Lo que proponemos es una política de articulación que cruce los saberes que los maestros tienen, los que nosotros creemos que tenemos y también para que nos preguntemos acerca de nuestra ignorancia, en el sentido de construir nuevos saberes y focalizar otras problemáticas que a veces no están en la formación docente”, planteó.
“La formación docente por sí sola no alcanza a dar respuesta a las problemáticas que vivimos como ciudadanos en cualquier organización social”, remarcó Sena, quien opinó que “las nuevas perspectivas de la formación docente plantean también que los maestros que ya estamos recibidos, tenemos que formarnos a nosotros mismos”.
“Hay una perspectiva que se llama ‘La formación del sí mismo’ y eso implica una responsabilidad y una conciencia de la profesión y del trabajo docente, entonces lo que el instituto debería ofrecer son las mejores y mayores condiciones para que los estudiantes puedan tener mediaciones para esa formación”, insistió.
“Cuando decimos mediaciones decimos desde un buen libro de texto, una buena clase, una buena charla, un debate, una buena película, es decir, lo que buscamos y creemos es que los docentes como pedagogos somos también trabajadores de la cultura. En ese sentido van los desafíos de la formación”, apuntó.
El desafío de la articulación o de “tejer puentes” quiere decir que “lo primero que aceptamos es que hay fragmentación, es decir, estamos pensando la mejor manera de enlazar lo que está separado”. Sena amplió que “la escuela, en general, ha estado separada de los espacios de formación, no por una cuestión de capricho de los sujetos, sino porque la tradición fundadora de las escuelas, sobre todo en el departamento de lo que antes eran prácticas, tenía una lógica de aplicación, es decir, la idea era que uno estudiaba y aplicaba lo que había aprendido en las escuelas, esa lógica ahora cambió”.
“Más que nada sería una mirada complementaria de las problemáticas porque entendemos que los maestros ejercen una práctica social, no es una práctica pedagógica aislada, guardada en una sala o un salón de clases, sino que lo que promovemos es que los docentes, como pedagogos, hagamos lecturas cotidianas de la realidad”, sostuvo.
La docente cerró apuntando al que “las escuelas cambian, y las problemáticas sociales y culturales entran a la escuela sin pedir permiso y muchas veces los institutos seguimos parados en la tradición más que en la posibilidad de la emergencia, de trabajar en el sentido de prácticas emergentes, nuevas, alternativas, me parece que ahí hay una clave para trabajar”.
En la edición de EL DIARIO de mañana, la titular de la Secretaría de Educación de la Municipalidad, Margarita Schweizer, hará un amplio análisis y balance de lo que dejó el 13º Congreso de Educación.
