El histórico club de los chicos inaugurará mañana su nueva cancha, en el barrio Bello Horizonte. Los dirigentes trabajaron ocho meses para tener el reducto tan anhelado
El Santo Baby Fútbol, un semillero de notables figuras del fútbol local y que, en algunos casos, trascendieron los límites de la ciudad, provincia y el país, vivirá mañana al mediodía el día más emblemático en su vida institucional.
Es que, si bien hace 40 años se instaló entre los históricos del fútbol infantil villamariense, mañana a las 11 y a través de un acto emotivo y con sorpresas El Santo cumplirá su gran sueño: la inauguración de su propia cancha que, según se puede ver en las imágenes, es “brillante y soñada”, con los colores originales (blanco y verde) y con la imagen del “Pájaro Loco”, ya emblemático dentro de la idiosincrasia del club.
Ante la importancia del evento, junto a la actual Comisión Directiva, planteles y cuerpo técnico se prevé la presencia de las principales autoridades del Gobierno local y la Liga de Baby y, como invitados especiales, estarán el fundador, Blas Torres, y el primer equipo que tuvo el club.
Para más, los integrantes de la actual Comisión Directiva, de arduo y elogiable trabajo haciendo posible el sueño de la cancha propia, invitaron (y siguen invitando) a todos los exjugadores, directivos y papás que han formado parte de la vida de El Santo, con el propósito de vivir entre todos un día muy especial.
Vale remarcar que después de años de gestión y junta de firmas, el año pasado el municipio acordó la cesión a El Santo del terreno ubicado en barrio Bello Horizonte, entre las calles Acapulco, Mar del Plata y bulevar Sarmiento. Y desde aquel 27 de octubre de 2015, cuando se firmó el decreto del comodato, se “empezó a trabajar a destajo para terminar lo antes posible”, apuntan en la previa a la inauguración los principales directivos que, a horas del evento, están con todas “las horas ocupadas” para no dejar nada sin hacer y que mañana sea una fiesta, luego de ocho meses de un incansable esfuerzo.
“Recibimos mucho apoyo de empresas locales, particulares, el municipio, la Liga de Baby, de otros clubes, de muchísima gente”, agradecen a coro y enumeran un amplio listado de los que brindaron su aporte para hacer posible “con el sueño de la cancha propia”.
“Lo primero fue meterle 50 camionadas de tierra para la nivelación del terreno”, describieron, y luego enumeraron que continuó la instalación de las columnas para las luces, la construcción de las paredes y la instalación del portón de ingreso (sobre calle Acapulco), el alambrado olímpico, la colocación de los parapelotas, los arcos, la construcción de un pequeño salón (que luego servirá de depósito) y el sembrado del campo de juego realizado por Sergio Pons.
Además, avisan que ya tienen “proyectado realizar un salón de usos múltiples, vestuarios y demás instalaciones, en el futuro inmediato”.
Por lo pronto, lo que se vivirá mañana pareció utópico después de que se dejó aquel lugar simbólico en el barrio Lamadrid; sin embargo, pese a no tener un “lugar de pertenencia”, sostuvo su nombre y participación en el fútbol infantil, y recorriendo los diferentes escenarios para hacer “de local” con el anhelo de no quedar en el olvido.
Y también hubo un gran esfuerzo de los niños que, en la actualidad, siguen entrenando en el “Chanchódromo” del barrio San Juan Bautista, cercano al sector a la cancha propia; por lo que son ellos los verdaderos protagonistas de todo esto, los más ansiosos en “disfrutar” desde mañana al mediodía la “cancha propia”.
La Comisión
Los integrantes de la actual Comisión Directiva del club, que asumió prácticamente hace un año y concretó el sueño de la cancha propia, son los siguientes:
Presidente: Juan Carlos Ramos.
Vicepresidenta: Macarena Lovatón.
Secretario: César Pérez.
Tesorera: Analía Almada.
Vocales: Pablo Morales, José Olivero, María Herrera y Eduardo Sosa.
Esos primeros pasos
-Hace más de cuatro décadas atrás, un grupo de niños y amigos le pidió a Blas Torres que lo anote en un torneo relámpago de fútbol infantil que se iba a realizar en algún rincón de la ciudad. Fue la piedra fundacional de El Santo, que nació un 4 de enero de 1974 y desde allí resultó el “lugar más hermoso” en la infancia de centenares de chicos de la ciudad.
-El nombre hace referencia a Santos de Brasil, el club emblema de esa época, y surgió, según detalla un integrante del primer equipo, porque Blas Torres, ante la consulta de su hijo Marcelo -integrante del primer equipo-, vio que “había muchos ‘morochitos’ en el equipo” y, a raíz del nombre, en el primer partido se utilizó una camiseta toda blanca (“de esas que se usan para dormir”, agrega); luego, los números fueron pintados de verde, tal cual usaba el Santos de Pelé. Las camisetas eran confeccionadas por la esposa e hija de Torres, “doña María” y “Tati”, quienes ya les fueron agregando vivos verdes.
-La primera cancha de El Santo fue en el barrio San Martín, en la calle Tucumán, y a través del duelo “barrial” nació uno de los clásicos más antiguos del baby fútbol entre San Martín y El Santo; más tarde, por un acuerdo con Alumni, en el cual El Santo se transformó en “semillero” ideal, se construyó la cancha en el terreno ubicado a la detrás del “Viejo Fortín” y aparecieron los colores rojos.