Expresó que si se releva la situación educativa de quienes están privados de la libertad en todas las cárceles del país, se verá que el 95% de los internos no terminó la secundaria
El fiscal de la Cámara del Crimen de Villa María, Francisco Márquez, sostuvo que la Argentina “en los últimos 40 años ha sufrido una decadencia educativa y en materia de crimen hay prácticamente una situación lineal” con esa circunstancia, al ser consultado por EL DIARIO en el marco del programa de alfabetización que la Municipalidad pondrá en marcha.
El funcionario había participado del anuncio del plan y valoró la iniciativa, porque cree que la educación incide sobre el delito. “Indudablemente, el hecho de que el Estado recupere su vocación de alfabetizar, educar y procurar que se termine el secundario es imprescindible”, señaló.
Luego, ante la consulta, dijo que hay “prácticamente” una relación lineal entre la educación y el delito.
“Creo que si hacemos una estadística en los establecimientos penitenciarios de todo el país, concluiremos que el 95% de la gente que está presa no terminó sus estudios”, declaró el funcionario judicial. Y ante la pregunta dijo que eso se evidencia en el Establecimiento Penitenciario Número 5, el penal que tiene esta ciudad.
Aprovechando el contacto con el fiscal, también se le volvió a preguntar sobre la incidencia de la droga, una cuestión de la que ya ha advertido hace años.
“El problema de la drogadicción atraviesa todos los sectores sociales, pero ocurre que tenemos una relación de criminalidad y droga en los sectores desprotegidos porque normalmente no tienen quién los contenga, entonces no hay quien les diga a los chicos que eso no sirve. Y de ahí a perder frenos inhibitorios y cometer delitos hay una relación lineal”, sostuvo.
Atento a que se multiplicaron los fallos locales en los que la Justicia ordena al acusado a que se someta a un tratamiento de rehabilitación a las adicciones, se le preguntó si esto realmente se concreta. “Sí, pero en la medida en que el condenado lo acepta”, respondió. ¿Y lo aceptan? “Muchos sí, pero muchos no”, apuntó.