El conjunto coral de la UNVM plasmó su nueva propuesta anual con nuevo repertorio, nuevo vestuario y artistas invitados desde escritores hasta bailarinesp16
Con el espectáculo “Para estar acá, músicas que nos traen de vuelta”, el Coro Nonino de la UNVM ha demostrado sobradamente que puede explotar todos sus recursos creativos, artísticos y profesionales en pos de una propuesta de creación colectiva, transitando con ingenio y destreza las diferentes aguas que emanan de la música popular.
Incluso, aquellos ríos menos transitados, a pesar de lo caudaloso y antiguo de su cauce.
La treintena de personas abocadas al proyecto coral, contando la directora, arregladores y vocalistas, plasmaron el miércoles pasado en el Centro Cultural Favio, una puesta integral y conceptual basada en la pregunta sobre el ser latinoamericano. Y para ello, no se quedaron solamente con el buceo en repertorios de música vocal, sino que dieron lugar a músicos colegas, hacedores del habla y bailarines.
Lograron que en una misma velada se pudieran escuchar, sin ordenamiento forzado o mediante un encaje desarticulado, los cantos de los indios Krao de Brasil (con los cuales abrieron la faz musical, a los costados de las butacas, separados los hombres de las mujeres, en plan de ritual), obras de Silvio Rodríguez (“Pequeña serenata diurna” y el inoxidable “El necio”), y una joyita de Charly García, “Plateado sobre plateado”, de cuya letra se extrajo el título del espectáculo: “Tenemos que ir tan lejos / para estar acá”.
El esquema del programa se subdividió en cinco bloques, prologados por diversos textos leídos por Mauro Guzmán (escritor a quien luego de salir del Favio, a pocas cuadras, le robaran libros y un cuaderno de notas, según denunció en su propio Facebook), Maga Castro y Ariel Rodríguez sobre una paleta diversa de textos, desde John Berger, pasando por Pizarnik y Galeano, hasta Juan Gelman y Hamlet Lima Quintana.
Algunas perlitas
La velada contó con un par de perlitas. El integrante Juan Murúa regaló su obra de autoría “Nuestra verdad”, inspirada en sus viajes por Latinoamérica, ilustrada por los bailarines Lía Pereyra y Nicolás Maneiro.
Luego, el grupo femenino del Nonino plasmó “Pivete”, de Chico Buarque, con imágenes detrás extraídas del documental “Los nadies”, a modo de emparentar las fragilidades sociales de nuestro subcontinente.
Más adelante, el plantel masculino ofreció una exquisita versión de “Polca miseria”, la satírica y picaresca pieza del mendocino y nieto de inmigrantes italianos, Jorge Marziali.
Por último, la directora Cristina Gallo dio mayor preponderancia a los arregladores, compartiendo la batuta junto a Federico López Gaviola y Julieta Dellarole.También participaron como invitados: Daniela Arévalo en percusión, Ezequiel Infante en guitarra y piano, Lautaro Reinoso en quena y accesorios y Manuela Rodríguez en videos alusivos.