En un acto realizado en el Complejo Carcelario N° 1 de Bouwer, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Angulo, hizo el lanzamiento oficial del Programa “Cultura en la cárcel”, que permitirá el aprendizaje y acceso a expresiones culturales, tanto de internos como de personal del Servicio Penitenciario.
Para llevar adelante el programa, que será extensivo a todos los establecimientos penitenciarios de la provincia, el Ministerio de Justicia y DD.HH. firmó convenios con la Facultad de Arte de la Universidad Nacional de Córdoba, la Universidad Provincial y la Agencia Córdoba Cultura.
Dicho programa tiene como finalidad garantizar el acceso de las personas privadas de su libertad a actividades culturales, propendiendo a su desarrollo personal, con una perspectiva de integración social que favorezca su reinserción plena en la comunidad.
“Este nuevo programa se inscribe dentro de la política de resocialización y recuperación de los internos, tal como lo venimos repitiendo en cada programa y acción que habilitamos para las personas privadas de su libertad”, enfatizó Angulo.
“Creemos que estos programas, que centralizan la actividad en el trabajo de los internos en la educación formal y no formal, y en la incorporación de la cultura y el arte, permiten que los detenidos se forjen un concepto diferente de sí mismos, fortaleciendo su autoestima, y un concepto diferente del mundo”, agregó el ministro.
Además, expresó, que dicho programa “les permitirá la reinserción social, familiar y laboral”. Y añadió: “Los que venimos de afuera y aquellas personas que están adentro, es decir, todos los seres humanos somos hijos de Dios, nos merecemos la igualdad de oportunidades como lo establece la Constitución Nacional y los Tratados de Derechos Humanos, y nosotros estamos acá para que la cárcel sea un espacio, no de castigo, sino de consolidación de derechos. La cultura, la política, la religión, la educación y el trabajo sirven para mejorar las condiciones de vida para las personas privadas de su libertad y ello evita la reincidencia delictiva”.
“No creemos en un Estado indiferente que se aparte de estas cuestiones fundamentales. Muy por el contrario, el Estado debe intervenir activamente y, en este caso, recibir con beneplácito la colaboración de universidades, ONG, demás actores de la sociedad civil y otros estamentos del Estado, que permitan continuar con la tarea de resocialización de los internos para bien de toda la comunidad”, afirmó.
Por su parte, en su alocución, el secretario de Organización y Gestión Penitenciaria, José Ricardo Piñero, precisó los alcances del programa en sus aspectos específicos.
Asimismo, expuso los objetivos del programa: desarrollar las potencialidades artísticas de los internos, fomentar nuevas formas de expresión cultural, promover valores de convivencia respetuosa, reducir niveles de conflictividad y abordar desde otras posibilidades de expresión las situaciones que se producen en el encierro.
Entre los objetivos, se estipula el dictado de talleres a cargo de las instituciones firmantes y, además, prevé la participación en distintos tipos de actividades de los internos, tales como conciertos, muestras, exposiciones en festivales, tratamientos formativos en instituciones educativas y presencia en eventos culturales, etcétera.
