Por el Peregrino Impertinente
Fácil es ir a Santa Rosa de Calamuchita o a Villa Cura Brochero, meterse en el río, clavarse un lomito y pegar la vuelta para seguir renegando con las boletas de gas, de agua y de luz, que aumentaron 3.747%, y que hacen que cada vez que nos sentemos, experimentemos un fuerte dolor en el centro del “cambiemos”.
Más complejo sería trasladarse a Tír na nÓg. Se trata de un lugar fantástico de la mitología celta. Sitio privilegiado para el descanso de los héroes y demás personajes legendarios de Irlanda, entre maravillas que sólo pueden ser apreciadas en mundos distantes, o en la mansión de José López.
También conocida como la “Tierra de la Juventud”, el destino en cuestión sería dueño de una indescriptible belleza, con hermosos seres que danzan al ritmo de música celestial, demostrando un talento excepcional. “Claro: como en el Bailando por un Sueño”, dice el viajero. “Exactamente, salvo por lo de la indescriptible belleza, lo de los hermosos seres, lo de la música celestial y lo del talento excepcional”, responde el experimentado cuentista Brian O´Jeten, y le da un bastonazo en la trucha.
El problema, en cualquier caso, es lo difícil que se torna arribar a Tír na nÓg. Y es que de acuerdo con las fábulas irlandesas, sólo es posible llegar con la invitación de un hada mágica. El problema es que las muy ladinas suelen pedir “una ayudita pa´ llenar el tanque”. Con lo alejados que suelen estar los universos paralelos, mejor pasarlo a gas.