Argentina define esta noche a las 21 la Copa América Centenario ante el último campeón, Chile, en el Metlife de New Jersey. Por el desquite, en medio de un clima enrarecido por lesiones, dirigentes denunciados y diferencias marcadas del grupo con AFA. Ambos seleccionados van por la gloria de los dos lados de la cordillera
Escribe Federico Jelic ESPECIAL PARA EL DIARIO
Llegó el gran día, quizás no en el clima ideal, pero la oportunidad de sacarse la espina, recuperar la gloria y llegar al grito sagrado está a un paso.
Desde las 21 en el fabuloso Metlife Stadium de New Jersey, la selección argentina define la Copa América Centenario nada menos que frente a Chile, campeón vigente del torneo pasado, en una definición que repite protagonistas, con asuntos pendientes y algo de desquite.
El panorama en AFA es improlijo y desolador porque a días de la final ocurrieron episodios no deseados, infaustos y hasta inoportunos. Con dirigentes procesados, con su presidente Luis Segura regresando al país a declarar, con un enojo público de los futbolistas que lo hicieron saber en redes sociales y cinco lesionados que hasta ahora no se conoce si podrán estar disponibles.
Lionel Messi brindó una conferencia de prensa justo el día de su cumpleaños, donde fue más mesurado que en redes sociales. Dijo: “Voy a hablar después de la Copa”, asumiendo con carácter su rol de líder del equipo. En definitiva, la intención de todos es que estos episodios no saquen de foco al equipo, que puede cortar una racha de 23 años de sequía.
En lo deportivo, el DT Gerardo Martino descuenta que tendrá a Marcos Rojo y a Ever Banega disponibles, ambos afectados de contracturas menores. Si no llega Rojo, irá Víctor Cuesta de zaguero, con Ramiro Funes Mori de lateral izquierdo.
La principal incógnita es conocer el estado real de Angel Di María, afectado de un desgarro desde el segundo partido ante Panamá. Como también se lesionó Ezequiel Lavezzi, ese espacio será ocupado por Erik Lamela, aunque de llegar a su plenitud física, el “Fideo” estará desde el arranque, lo que es el anhelo de todos. Lucas Biglia estará en la vacante que deja otro lesionado, Augusto Fernández.
En tanto, el rival, Chile, llega fortalecido, de menor a mayor. Del debut con derrota ante Argentina y la necesidad de un penal inventado para batir a Bolivia en tiempo de descuento, a mostrar un juego arrollador y práctico.
Para colmo, recupera a uno de sus pilares, Arturo Vidal. El equipo que dirige el argentino naturalizado español Juan Antonio Pizzi llega fortalecido, sin tantas presiones y con la autoestima por el cielo.
Argentina tiene chance de revancha ante su verdugo del año pasado en la Copa América y a pesar de las averías, hay sed de victoria, de acceder a la corona tras 23 años.
Por más que los dirigentes no estén a la altura, el grupo tiene obsesión de un título. En Nueva York la mayoría de la gente no está al tanto del campeonato, no obstante, le brinda apoyo a Messi y compañía.
El calor es intenso, ya se observaban camisetas celestes y blancas al caminar por la ciudad y las 80 mil localidades ya fueron vendidas. En 2012, Messi en ese mismo escenario le metió tres golazos a Brasil, uno de tremenda factura. Entonces, a repetir la cosecha, ahora con la Copa América Centenario, el sueño de todos.
Martino
El técnico de la selección argentina, Gerardo Martino, habló ayer sobre lo que será la final ante Chile, en una reedición de la definición jugada el año pasado. Ahora, por la edición Centenario, el combinado del “Tapa” buscará cortar la racha de 23 años sin títulos que lleva Argentina. «Respecto al año pasado, lo único que me gustaría cambiar es el resultado», afirmó un seleccionador muy esquivo en cada una de las respuestas que dio.
«Chile para mí es una de las mejores selecciones del mundo y para el partido de mañana (por hoy), salvo Augusto Fernández y Lavezzi, están todos a disposición», expresó el técnico, quien de esta manera no descartó a Angel Di María.
En tanto, consultado sobre cómo llegan ambos equipos, manifestó: «Creo que las dos selecciones llegan bien. Chile hizo partidos muy buenos con México y Colombia, mientras que nosotros estamos teniendo una Copa América pareja, así que llegamos de la misma manera».
Después Martino fue tajante cada vez que le preguntaban por la estrategia y la premisa para el partido definitorio. A lo largo de las respuestas, todas llegaron a lo mismo: «No podemos perder una nueva final. A mí lo único que me preocupa es ganar el partido de mañana (por hoy) pero la final del año pasado ya es historia y lo más importante para el grupo era llegar otra vez a la definición.
«Estamos dispuestos a hacer un gran esfuerzo para cambiar el resultado del año pasado». Así, Martino dejó en claro que no le interesa mantener su convicción futbolística, a la que siempre defendió, con tal de que la Argentina consiga el trofeo.