Durante junio la institución concentra el desarrollo de actividades que hacen hincapié en el cuidado del medio ambiente y el valor de la vida
Con el objetivo de ponderar el valor de la vida y del medio ambiente, el IPET 56 Abraham Juárez le dio continuidad a un proyecto que comenzó en 2012 y que se denomina “Junio mes de la vida”.
El pasado viernes, con un gran acto del que participaron los alumnos de todas las divisiones, se llevó a cabo un cierre testimonial del mes, ya que es durante esos 30 días donde se concentra la mayor parte de las actividades, pero lejos está esto de significar un punto final ya que las acciones se desarrollan durante todo el año.
La directora de la institución, Mónica Martinatto, contó que “esto nació en 2012 para los 75 años del colegio, pero luego el proyecto se institucionalizó y se transformó en algo para toda la escuela y que incluye a todas las áreas”.
Por su parte, Elisa Pomba, docente de Química y coordinadora de la iniciativa, explicó que “se trata de una secuencia de acciones provida con respecto a valorar la vida del hombre y del planeta”.
En ese sentido, dijo que las acciones que se han ido implementando se mantuvieron a lo largo de los años siguientes. Por eso, tal como sucedió en anteriores ediciones del “Junio mes de la vida”, los estudiantes plantaron árboles, juntaron tapitas, hicieron regalos para niños del Hospital, entre otras cosas.
“Se apunta mucho también a las costumbres familiares, lo propusimos en junio por ser durante este mes que se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, se le da importancia a todas las costumbres ecológicas y medioambientales fomentando el amor a la naturaleza en los niños de todas las edades”, destacó Pomba.
Refiriéndose a otras de las actividades que desarrollaron los alumnos, la docente remarcó que años atrás “como muchos alumnos con sus hermanos se solían juntar en las esquinas a limpiar vidrios, nos agarró una debilidad por los estos jóvenes, entonces hicimos una misión, caminando por los lugares”.
“Este año avanzamos sobre eso y estamos haciendo un relevamiento de todas las esquinas donde hay chicos limpiando vidrios. No lo logramos totalmente todavía porque no siempre encontramos a la mayoría, así que vamos a seguir porque en Villa María no hay un relevamiento de este tipo. Nosotros queremos aportar eso y hacer acciones para colaborar”, destacó sobre el desafío para este 2016.
Además, sobre el acto que se llevó a cabo el viernes, Pomba relató que “convocamos a los egresados para que cuenten su experiencia y esto les muestra a los chicos el valor de la escuela”.
“Hacemos tareas en un mes fuerte, que es junio, pero después hay acciones todo el año. Realizamos también la separación de basura, donde clasificamos y queremos que la escuela en un futuro cercano sea una institución sustentable y ecológicamente digna, que saque la menos basura posible, y queremos que brille por la ecología”, cerró Pomba.