Los pequeños alumnos del jardín de infantes indagaron y jugaron sobre la temática. Desde la institución confían en que es una buena herramienta para participar en la prevención de la obesidad y favorecer a una buena alimentación
Los niños de 5 años de las salas roja y azul del turno mañana del Jardín de Infantes José Ingenieros, junto a las docentes Paola Visca y Silvina Beltrán, llevaron a cabo una investigación en el marco del proyecto institucional “Cuidando nuestro cuerpo: a comer mejor”.
La iniciativa permitió conocer y seguir las orientaciones sobre qué alimentos son mejores para la salud, su clase, calidad, cantidad y distribución a lo largo del día y tener en cuenta otros valores que podían influir en la elección. De lo investigado, los niños pudieron llegar a la conclusión que una buena alimentación es de vital importancia para el desarrollo físico e intelectual de los niños.
Desde la institución indicaron que el proyecto se realiza dentro del marco institucional, a fin de participar en el control y la prevención de la obesidad, favorecer una buena alimentación y cambiar los hábitos alimentarios dentro de la escuela para que tengan impacto en la vida familiar.
También se pretende que paulatinamente los niños puedan cambiar hábitos alimenticios, favorecer una buena alimentación para lograr un crecimiento y desarrollo armónico.
Los niños, a través de las actividades, fueron indagando y conociendo las propiedades de los alimentos que a diario consumían, se apropiaron de armas de conocimiento que le permitieron seleccionar entre alimentos sanos y no tan sanos, alimentos que son buenos para el crecimiento y otros que pasarán a ser exclusivos de un momento de placer, como el chocolate.
Propiciando la metodología central del jardín, que es el juego, los pequeños jugaron a ser grandes supermercadistas y ejercer dicha profesión donde pudieron reconocer letras identificativas de las vitaminas en los envases, descifrar imágenes que los guiarán en la preparación de los juegos y elegir sus alimentos a la hora de salir con su mamá a comprar la merienda.
Los alimentos propuestos permitirán una disminución en los gastos diarios de merienda siendo alimentos de bajo costo en relación a las golosinas que consumen, y se abre la posibilidad de que los niños incorporen nuevos alimentos a su merienda escolar que no están acostumbrados a comer.
Con respecto a los contenidos trabajados se destacan el desarrollo de hábitos y conductas responsables para la protección y promoción de una vida saludable, relacionados con el cuidado de la salud, la higiene y seguridad personal y la de los otros. Además, también el desarrollo de conductas responsables para la protección y promoción de una vida saludable; el reconocimiento de diferentes tipos de alimentos y su importancia, la identificación y apropiación de algunas acciones individuales y sociales para la protección y el fortalecimiento de la salud y el reconocimiento de instituciones y profesionales que se encargan de la salud.
El proyecto de investigación incluyó también la elaboración de comidas, las cuales se compartieron con otras salas, como pan, sopa y arroz con leche.
La etapa final del proyecto fue junto a profesionales chefs de la Escuela Capacitar de nuestra ciudad, que se llegaron a la institución para enseñar a los alumnos a realizar una receta saludable y nutritiva como es la pastafrola.
“A partir de este proyecto se pretende brindar espacios de reflexión, conocimientos e instrumentos que pueden contribuir a la selección de aquellos alimentos (galletitas, frutas, lácteos, etcétera), y comportamientos alimentarios que permitan un estilo de vida saludable, reconociendo la importancia de alimentarse bien, y que alimentarse significa comer a lo largo del día con moderación y variedad”, concluyeron desde el jardín.