La obra social de la Provincia suspendió los pagos a profesionales que prestan servicios de Fonoaudiología y Terapia Ocupacional en instituciones locales. La medida damnifica a decenas de personas que están en proceso de rehabilitación
Un grupo importante de pacientes que por diversas patologías deben hacer rehabilitaciones específicas quedaron imposibilitadas de realizarlas debido a que desde la Administración Provincial de Seguro de Salud (Apross), definieron interrumpir las coberturas.
La problemática situación que se suscita por ejemplo en el Instituto de Rehabilitación Despertares de Villa María (lo mismo estaría ocurriendo en sitios de características similares), afecta principalmente a los que tienen necesidad de recibir Terapia Ocupacional o Fonoaudiología.
Según pudo conocerse, la obra social estatal le debe a los profesionales que prestan sus servicios en el Instituto, muchos meses de aranceles. Incluso referentes del espacio terapéutico llevaron sus demandas de pago a la sede central de Apross, con resultados infructuosos.
La deuda con los prestadores y la interrupción de la cobertura generó el reclamo de los familiares de aquellos que necesitan rehabilitarse.
Cabe consignar que referentes de Apross se comunicaron telefónicamente con cada uno de los pacientes que se quedaban sin atención para comunicarles acerca de la decisión que el organismo tomaba.
Por otra parte, también argumentaron vía telefónica que otro de los factores que motivó la interrupción de los servicios fue la información de que en la entidad no se estaba atendiendo a los afiliados.
«Han estado llamando por teléfono a los pacientes preguntándoles si reciben la cobertura en Despertares y aún con la confirmación de éstos, ellos dicen que tienen conversaciones grabadas diciendo lo contrario», explicó Roxana Cassinelli, madre de Andrés, uno de los damnificados por la medida determinada por Apross.
Toda una odisea
Sobre el caso que su hijo protagoniza, Roxana explicó que viajaban algunos días de la semana desde Tío Pujio (localidad donde residen), en un transporte especial que la entidad destina para movilizar pacientes.
«Es una lástima lo que está sucediendo ya que al lugar va mucha gente que tiene alguna discapacidad y realizan terapias que les hacen falta. La realidad es que ahora necesitan la rehabilitación y no la están teniendo», explicó la consultada por este matutino.
«Andrés no puede caminar, tiene una enfermedad de base y aunque sí recibe sesiones de fisioterapia, no puede rehabilitarse con la fonoaudióloga o el terapista ocupacional», apuntó.
«En el instituto les enseñaban a hacer cosas, escribir o realizar trabajos manuales, además de practicar otros ejercicios de fonoaudiología que los ayudan a salir adelante», agregó la reporteada.
«Espero que la gente de Apross le vuelva a dar cobertura a mi hijo y a todos los que están necesitando», concluyó Cassinelli que desde hace dos años gestionó ante la obra social una silla de ruedas especial que hasta el momento nunca les fue otorgada.