Apuntan “desidia y mala praxis” del Estado provincial. Exigen un plan integral de obras en conjunto a la provincia de Santa Fe y la Nación. Recordaron el trato recibido durante el Gobierno “nacional y popular”
“Los abajo firmantes, pequeños y medianos productores de los departamentos San justo, Río Segundo, Unión, norte del Departamento General San Martín, Marcos Juárez y Tercero Arriba, ante la ausencia de servicios naturales del Estado, desidia de funcionarios y hasta mala praxis en la ejecución de obras hídricas, interpelamos al señor gobernador de la provincia y sus funcionarios responsables del Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos y de la Secretaría de Recursos Hídricos de la Nación, para que den respuesta inmediata a las graves inundaciones que nos afectan, arbitrando medidas y medios urgentes para dar solución definitiva a la crisis hídrica que ha causado desastre económico en nuestra producción agropecuaria”. Así comienza la carta abierta al Gobierno provincial que encabeza Juan Schiaretti.
La redacción se concretó en la reunión de la que fueron parte un centenar de productores y dirigentes ruralistas en Las Varillas, la noche del martes.
Transcribimos a continuación (por cuestiones de espacio) partes de ese texto: “Nuestra situación económica hoy es desesperante; en el anterior Gobierno, durante la «década ganada» con su voracidad fiscal, la que aún hoy se prolonga, no sólo sufrimos desconsideración, destrato y el abandono más absoluto del Gobierno nacional, sino que también sufrimos la ignominia de que se nos considerara enemigos del pueblo, destituyente del Gobierno nacional y popular, una «oligarquía con olor a bosta» codiciosa y avara que había que saquear, se debía transferir nuestra renta a los más desposeídos, lo cual nos parece bien cuando los destinatarios de nuestros esfuerzos son los pobres de Laferrere y sur del gran Buenos Aires, pero injusto cuando nuestra producción y la retención a las exportaciones se subsidia a los habitantes de la Recoleta, Barrio Norte, Vicente López, San Isidro y barrios privados”.
Las inundaciones
“Hoy sufrimos el flagelo de las inundaciones y este fenómeno no es fortuito, es el resultado de la ausencia del Estado provincial. El Estado provincial ha pretendido y pretende desentenderse de los caminos y canales rurales, para ello le ha transferido al productor lo que es su responsabilidad, función y servicio: pretende que el productor conforme «consorcios camineros» y «consorcios canaleros» para que seamos nosotros quienes nos ocupemos, no sólo de construir canales y financiemos la construcción de la obra, sino que también paguemos el proyecto de la obra pública, cuyo trámite de aprobación ante la Secretaría de Recursos Hídricos es objeto de trabas burocráticas, salvo que sea el trámite de proyectos de ingenieros hidráulicos vinculados al ente… es un exceso, abuso y despropósito.
El productor, luego del «modelo nacional y popular» y de tres años de inundaciones no está en condiciones económicas de realizar a su costo obras de ingeniería hídrica.
Señor gobernador, los caminos y los canales son bienes del Dominio Público Provincial (artículo 235 inciso “f” del Código Civil Comercial de la Nación), es responsabilidad del Estado construirlos y mantenerlos y el Estado no ejecuta obras; lo que ocurre es que son obras que no se ven, no trascienden, beneficia a territorios de poca densidad poblacional, no sirven para capitalizar como propaganda política electoral”.
Estado ausente
En otro pasaje de la misiva remitida a los medios de comunicación, los productores manifiestan y proponen: “Lo cierto es que el Estado está ausente desde hace más de 30 años de esta gran empresa y responsabilidad de hacer obras hídricas. El Estado debe construirlas y financiarlas él mismo y si no tiene dichos recursos procurárselos del Estado nacional o con créditos internacionales, luego conseguir el retorno de los productores mediante el pago de la contribución por mejoras a largo plazo.
Las obras hídricas realizadas al pie de la serranía ha generado manantiales y acuíferos subterráneos elevando las napas freáticas con pérdida de absorción de los suelos, sumada la canalización irresponsable de lagunas de retención y cañadas improductivas por ausencia de la Policía Ambiental, el cambio de técnica de labranza y el evidente cambio climático que ha derivado en intensas precipitaciones, son causa generadora de estas inundaciones, y ante la inoperancia e imprevisión del Gobierno provincial ha provocado un estado de necesidad en el productor agropecuario, un sálvese quien pueda, cada uno haciendo un canal o un bordo para desviar las aguas, un desmadre y caos hídrico; el propio Estado a través de su organismo de aplicación cuando interviene actuando en situaciones coyunturales de emergencia lo hace improvisando, yendo como los bomberos detrás del incendio, y en esta improvisación se transgreden todas las reglas del buen arte en la construcción de obras hídricas, se trasvasan cuencas agravando el anegamiento de las otras cuencas ya saturadas, se construyen canales aguas arriba en vez de ir aguas abajo…
Lo cierto es que en nuestros departamentos hay más de tres millones de hectáreas anegadas, las pérdidas económicas son multimillonarias, a un cálculo más que moderado de cinco quintales de soja por hectárea, representan 6.750 millones de pesos (…) que no sólo afecta a los productores, sino a toda nuestra economía regional, ya que tan sólo con el 1% de esa pérdida (67,5 millones) haciendo las obras necesarias se hubiese podido evitar esta catástrofe.
Un plan integral
Requerimos del Estado provincial que en forma urgente, con el concurso de la provincia de Santa Fe y el Estado nacional, realice el dragado del canal maestro de San Antonio, construido a pala y carretilla por (la gestión gubernamental de Córdoba de Amadeo) Sabattini en el año 1940, el que hace 76 años que no se limpia y el dragado y saneamiento del río Carcarañá. Asimismo se continúe con la construcción del canal Bajo Hondo hasta la laguna Mar Chiquita… (otras obras que mencionar); además hacer retornar a su estado original y natural, las lagunas de retención que se han canalizado, desde el pie de las serranías hasta los canales maestros. En definitiva, un plan hídrico integral».