Participaron bomberos de Villa María, Bell Ville, Inriville y Corral de Bustos, además de efectivos de Defensa Civil, Policía, Justicia y perros entrenados
Bomberos Voluntarios de Villa María, Bell Ville, Inriville y Corral de Bustos; 12 efectivos de Defensa Civil y perros entrenados participaron de nuevos rastrillajes ordenado por la Justicia en relación con el sonado “caso Bortot”.
El operativo tuvo lugar en la zona rural de Inriville el pasado jueves.
Según Walter Cerutti, integrante de la Policía Judicial, la Fiscalía interviniente ordenó allanamientos y rastrillajes en torno a la desaparición de Mariela Bortot, sobre la base de nueva información surgida de los análisis realizados desde la Dirección de Investigación Operativa de Córdoba.
Lugares nuevos
La búsqueda, explicó Cerutti, se concentró en distintos arbolados y pozos que no habían sido revisados antes.
Si bien hasta ahora no se registraron novedades, continuarán trabajando en el lugar.
Cabe consignar que es la Fiscalía de Corral de Bustos la que instruye la causa.
El Policía judicial admitió a la vez que otra línea de investigación en la que se sigue trabajando es en cotejar las comunicaciones telefónicas realizadas desde los teléfonos de Bortot.
Por su parte, Abel Imola, el propietario del campo en el que se llevó adelante la tarea de rastrillaje, dijo que él iba a ese lugar “cada tres, cuatro o seis meses porque yo no vivo en el campo”.
“En el lugar hay un aljibe grande, que fue vaciado y se vio bien todo, así que me quedé tranquilo”, expresó Imola.
A diferencia de procedimientos anteriores, esta vez los peritos se concentraron en el viejo aljibe y así fue cómo en el pozo se sumergieron los buzos de la Policía, que finalmente informaron que no habían encontrado nada relevante para la causa.
El único imputado
Cabe recordar que el único imputado en la causa por la misteriosa desaparición de Mariela Bortot es el expolicía Jorge Orellano, quien se desempeña como jefe de seguridad de la estancia del intendente de Inriville, Marco Rodrigué, donde se halló una ojota de la mujer desaparecida, única prueba física que obra en poder de los investigadores.
Tras estar detenido algunos meses, imputado por privación ilegítima de la libertad, Orellano quedó libre por falta de pruebas y hace poco más de un año denunció que había sido torturado por la Policía local.
De este modo, y pese a los esfuerzos realizados por los investigadores, el caso de la desaparición de Mariela Bortot continúa envuelto en un profundo misterio.
El 25 de enero de 2014, Mariela Bortot, de 40 años, salió a dar una de sus habituales caminatas por las afueras de Inriville y nunca regresó. La mujer no podía usar el brazo derecho por una operación. Ya han pasado dos años y medio desde la desaparición y aún no se han registrado novedades significativas en la investigación.
La otra Mariela
En tanto, poco falta para que se cumplan 11 años de la también misteriosa desaparición de Mariela Bessonart, un caso más que sonado en Villa María y el territorio cordobés. Y también esta causa sigue sin resolverse y la sociedad continúa sin respuestas para las múltiples preguntas que disparó el hecho.
La última novedad en el caso consistió en que la Cámara del Crimen de Villa María rechazó la probation solicitada por la defensa de Rodolfo Delpino, exmarido de la mujer desaparecida y único acusado.
Los jueces Silvia Saslavsky de Camandone, René Gandarillas y Marcelo Salomón resolvieron “no hacer lugar a la suspensión del juicio a prueba solicitada por el imputado”.
Ahora, hay que esperar fecha para el juicio.