Amadeo Gilli tiene 30 años de profesión y asegura que uno de sus logros más gratificantes es haberles dejado a sus nietos una herramienta para el futuro, tras enseñarles la labor
El mayor orgullo de Amadeo Gilli es haberles dejado a sus nietos una herramienta para el futuro al enseñarles los secretos de su profesión.
Hace más de 30 años que es electricista y, aunque jubilado, asegura que “gracias a Dios” aún tiene mucho trabajo.
Este hombre de 67 años vive en Villa Nueva, llegó a la ciudad en 1991, proveniente de Pozo del Molle, y entró a trabajar en EPEC.
“Estudios no tengo, entré como oficial y terminé como capataz y ahí aprendí bastante”, recordó.
Eso fue hasta que se animó a largarse solo. “‘¿Hasta cuándo voy a trabajar para otro?’, me pregunté, y hoy tengo una excelente clientela”, se enorgullece, y agrega: “Hoy tengo algunas obras, por suerte trabajo bien, aunque ya no quiero agarrar más, ya hice mi parte”, ríe.
Amadeo contó que “como Cáritas me dio esta casa, me preguntaron qué podía aportar yo, entonces les he hecho la electricidad a, por lo menos, 50 casas de Cáritas en Villa María y Villa Nueva; les cobraba menos o no les cobraba”.
De inmediato, volvió a referirse a sus nietos: David, de 18 años, y Santiago, de 17. “A los dos les enseñé. Ellos se interesaron en el trabajo. ‘Le vamos a ayudar al nono’, decían, lo hacían para ganarse una moneda y hoy para ellos es un trabajo”.
“El secreto más grande de esta profesión es aprender trabajando”, aseguró, y confió que le hubiera encantado poder estudiar para ampliar sus conocimientos en electricidad de haber tenido la posibilidad. “Aprendí mirando, jamás me enseñaron algo”, sostuvo, y agradeció: “Aprendí esto de grande, de los 40 años para adelante no sé qué hubiera hecho, soy un agradecido”.
“Hoy vienen muchas cosas nuevas, todo se actualiza y moderniza y al no tener estudios muchas veces cuesta, pero a mis nietos no les cuesta”, remarcó, aunque dice que uno no quiere estudiar y otro prefiere hacer otra cosa. “De todas formas, yo ya les dejé estos conocimientos, ya les dejé algo que les puede llegar a servir el día de mañana como me sirvió a mí”, subrayó.
“Hoy hay muchos electricistas; de hecho, hay muchos albañiles que también hacen ese trabajo, aunque no todos lo hacen bien; creo que el que está especializado, como el electricista, es el que tiene que hacer el trabajo”, consideró.
Finalmente explicó que “es más fácil ahora”, haciendo referencia a la comparación del trabajo en las viejas construcciones con las endebles de la actualidad. “Antes tenías que armar todo en caño rígido, ahora no, es todo en caño de plástico; es más fácil de romper, también”, cerró.