Natalia Suárez, socióloga de la Coordinación de Políticas de Prevención de Adicciones, aseguró que las condiciones laborales pueden ser un factor negativo para el consumo de sustancias adictivas
“Es una situación en la que siento que he fallado como madre porque voy a quedar con mis hijos en la calle”, expresó Laura Ovejero, al borde de las lágrimas, al contar la delicada situación económica que atraviesa.
Laura es cordobesa, pero hace ocho años vive en esta ciudad. Hoy está por ser desalojada y no tiene adónde ir con sus cuatro hijos. “Desde diciembre del año pasado que no puedo pagar el alquiler. El contrato se me venció en mayo y no he podido pagar más porque no me alcanza el dinero”, relató.
La vecina teme que pronto le llegue una orden de desalojo. “Esto puede ser en los próximos días, pero no va a pasar mucho tiempo hasta que llegue la orden de desalojo y no puedo esperar hasta ese momento para moverme porque no puedo quedar en la calle con mis cuatro hijos”, indicó, inundada de amargura.
Laura vive en el barrio Beletti, donde alquila una vivienda en la calle Santa Marta. Tiene tres hijos menores y uno mayor. “Mi único ingreso son las asignaciones de mis hijos y 700 pesos que me pasa semanalmente mi exmarido”, detalló.
Según explicó, “hablé de mi situación con Natalia, que fue la chica de la inmobiliaria con quien arreglé el alquiler en su momento y que se ha comportado maravillosamente bien, me ha aguantado en esta situación y es quien me pide la casa por parte del dueño”.
“Si me desalojan, no tengo adónde ir, y tampoco consigo. Todas las cosas me quedan en la calle también, por eso al menos busco una pieza, algo que pueda pagar. Hoy puedo comprometerme a pagar 1.500, quizás un poquito más, pero no tengo depósito ni la posibilidad de contar con garantía, entonces se me hace complicado encontrar algo así porque nadie te alquila sin eso”, explicó, quien, además, contó sobre su situación laboral que “por ahí trabajo en alguna casita o hago trabajos de maquillaje, pero nada fijo”.
Ante la desesperante situación, Laura asegura que fue a pedir, en varias ocasiones, ayuda a la Municipalidad. “De hecho, hoy (por ayer) volví a ir para hablar con María Emilia, de Acción Social, y lo único que me dijo es que fuera a hablar a otra oficina y me hicieron un papeleo. También optaron por decirme si me podía volver a Córdoba”.
Cuando Laura llegó a la ciudad, junto a quien por entonces era su esposo, tenían un negocio de telefonía y arreglos de computación. “Pero la cosa fue yendo para atrás y nunca paró de empeorar hasta quedarnos sin trabajo”, apuntó.
“Estoy anotada en el Plan Eva Perón, esperando. Seguramente hay personas que están peor que yo, pero hoy no tengo adónde ir, voy a quedar en la calle con mis hijos. Ya no sé a quién acudir o adónde ir. No tengo ni donde dejar las cosas que tengo en la casa, no quiero que me regalen nada, yo sé lo que puedo aportar y quiero poder pagar por un espacio, pero cuento con poco dinero”, indicó.
Quienes puedan colaborar con Laura, que requiere alquilar un lugar barato y sin garantía, pueden comunicarse con ella al 155105330. Organizada por el Ministerio de Trabajo de la Nación, a través de la Coordinación de Políticas de Prevención de Adicciones (Copread), en el predio de Atilra comenzó ayer una capacitación nacional sobre adicciones en el trabajo.
La actividad, que tendrá continuidad hoy, tiene como principal objetivo capacitar a delegados de diferentes gremios sobre el consumo abusivo o problemático de drogas y alcohol.
Respecto a la charla formativa, Natalia Suárez, socióloga de la Copread, señaló que «lo que se intenta con este tipo de capacitaciones es formar formadores, es decir, que quienes participan puedan, en sus lugares de trabajo, replicar los conocimientos básicos para intentar prevenir y en caso de que exista un consumo, tratarlo tempranamente».
«A quienes vinieron a capacitarse les contamos cuál es la mirada que tenemos sobre el tema. Nosotros no ponemos el foco en la sustancia que genera la adicción, sino que consideramos que hay tres elementos que influyen y trabajan, ya sea positiva o negativamente, en la problemática», expresó, sobre lo que agregó que «un elemento es el sujeto, el otro es la sustancia y el tercero es el contexto en el que está ese sujeto».
«El contexto se refiere a las condiciones y medio ambiente de trabajo que proponemos que se revise, fortaleciendo los aspectos positivos y tratando de eliminar los aspectos negativos, que van a ser factores de riesgo para el consumo», detalló.
Por otra parte, la socióloga remarcó que “hay que entender que el ambiente laboral puede generar daños y enfermedades”.
“El trabajo es el eje en nuestras vidas y es una actividad creadora que impulsa al desarrollo personal, por eso es tan importante que el trabajador mantenga su espacio laboral si tiene un consumo y está en tratamiento porque ese proyecto de vida se va a ver fortalecido”, comentó, y aclaró que “al mismo tiempo el lugar de trabajo puede ser un espacio que enferme y, en ese aspecto, hay que revisar condiciones y medio ambiente laborales”.
Un problema en crecimiento
Seguidamente la entrevistada sostuvo que «los consumos están en crecimiento cada año. Si bien nosotros no nos focalizamos en la sustancia, lo que nos importa remarcar es que los mayores consumos que se dan en nuestro país son de sustancias legales, como el alcohol y el tabaco».
«Siempre el eje se pone en la cocaína, el paco y la marihuana, que son consumos graves y también tienen que ser atendidos, pero los porcentajes de población que se ven afectados por esas sustancias son mucho más bajos que aquellos que sufren adicciones de sustancias legales» manifestó.
Los estigmas
A continuación, Suárez dijo que «hay que derribar algunos mitos, como que la droga es un camino de ida o que todos los drogadictos son violentos, porque otro gran problema que existe es la estigmatización que sufren los adictos cuando se los tilda de borrachos o drogadictos».
«Esas estigmatizaciones alejan a la persona de un tratamiento y del trabajo, que tiene que ser un lugar de creación, de placer y de desarrollo personal», lamentó.
Posteriormente la socióloga de Copread relató que «hemos realizado una investigación interna de carácter cualitativa, donde se vio que los trabajadores no asocian las condiciones del medio ambiente de trabajo a un factor de riesgo en los consumos».
«Por otro lado, observamos que no hay programas de prevención ni protocolos de actuación en los lugares de trabajo», dijo.
Finalmente, Suárez opinó que «generalmente, la salida ante las adicciones en el trabajo suele ser la sanción y, posteriormente, el despido u ocultamiento por parte de los compañeros; entonces, también hay que trabajar para lograr que quien cuenta la situación no sea tildado de ‘buchón’, sino que se lo vea como un compañero que está interesado y que quiere una mejor calidad de vida para ese trabajador”.