Ninguno de los condenados ayer irá a la cárcel: un sexagenario cumplirá la sentencia en su domicilio por su estado de salud, otros dos reos recibieron penas inferiores a los tres años
Durante una activa mañana, la de ayer, la Cámara del Crimen de Villa María condenó a tres personas por distintos hechos delictuosos, entre ellos a un sexagenario que ultimó de un disparo de arma de fuego a un amigo.
En tanto, en otras audiencias se les aplicaron distintas penas a dos sujetos jóvenes: uno, por “desobediencia a la autoridad, violación de domicilio y lesiones leves”, otro, por “coacción, amenazas y daño”.
Mató al amigo
La sentencia más severa recayó sobre Rubén Severino Reinaldi, un hombre de 68 años, quien fue hallado culpable de haber acabado con la vida de Jesús Castro, de 53, en un sangriento episodio que se registró el 19 de agosto de 2014.
En este caso, el Tribunal, que presidió el juez René Gandarillas, impuso una pena de 10 años y cuatro meses de prisión para Reinaldi, quien reconoció haber dado muerte a Castro en un enfrentamiento ocurrido en Villa Nueva.
La condena se ajusta a la constatación de que el victimario fue el autor de “homicidio agravado por uso de arma de fuego”, toda vez que, para el violento cometido, recurrió a una escopeta.
Sin embargo, Reinaldi no irá a la cárcel, sino que continuará cumpliendo la sanción dictada en su domicilio dado el delicado estado de salud que reviste el hombre hallado culpable.
La discusión, hace ya casi dos años, se produjo cuando, tras una carneada, el reo, su víctima y otras personas compartían una comida en la que “corrió” bastante alcohol.
El comportamiento inadecuado de Reinaldi para con las mujeres presentes llevó a que Castro le recriminara su actitud, ante lo cual aquél tomó una escopeta y disparó contra quien era, según sus propias expresiones, “un amigo”.
Reinaldi juramentó una y otra vez que no tuvo intención de matarlo, pero los hechos fueron contundentes: disparó contra la víctima, que falleció poco después.
Contra su expareja
En tanto, también durante la mañana de la víspera, fue condenado otro individuo al comprobarse la autoría de los delitos de coacción, amenazas y daño en perjuicio de su expareja.
En este caso, el sujeto sancionado resultó ser Carlos Berterame, de 32 años, quien en febrero del corriente año violó una orden de restricción y provocó cuantiosos daños en la vivienda donde reside la mujer.
La audiencia fue presidida por la jueza Silvia Savslasky de Camandone y, en la resolución final, la magistrada dispuso imponer una pena de dos años de prisión condicional, por lo que el reo no irá a la cárcel.
En su declaración, Berterame reveló que es adicto a las drogas, pero que desde hace bastante tiempo realiza un tratamiento para superar la enfermedad.
Le pegó al padre
Por otro lado, también en las postrimerías de la mañana de ayer, un joven de 23 años fue condenado a seis meses y ocho días de prisión al ser encontrado autor responsable de los delitos de “desobediencia a la autoridad, violación de domicilio y lesiones leves”.
Se trata de Sebastián César Monje, quien al concluir la audiencia y escuchar la sentencia quedó en libertad por haber cumplimentado la pena antes de desarrollarse el juicio.
De todas maneras, la jueza Savslasky de Camandone ordenó una serie de disposiciones a las que deberá dar cumplimiento Monje, tales como la prohibición de acercarse al domicilio donde se encuentra su padre, trabajar y realizar un tratamiento contra las adicciones.
El joven, que fue echado de la vivienda por su padre porque se negaba a trabajar, volvió, pese a que existía una orden de restricción.
El muchacho debió ser retirado de la casa de su abuela, donde se había refugiado, aunque la mujer le pidió a los uniformados que se llevaran a su nieto porque no sabía cómo contenerlo.
En enero de este año, el joven golpeó en el rostro a su padre cuando aún estaba vigente la orden de restricción, episodio que determinó su detención.