Un grupo de la Diócesis de la ciudad viajó a Polonia para participar del encuentro de Francisco con más de un millón de jóvenes. María Julia Pomba contó la experiencia que están viviendo, qué actividades hacen, sus vivencias con el Papa, entre otras cosas
Felicidad, emoción, paz, son algunas de las sensaciones que transmitió María Julia Pomba en diálogo con El DIARIO. Es que por estos días tiene la experiencia de vivir la fe católica de una manera distinta, cerca del referente máximo de la Iglesia, el Papa Francisco.
Junto a un grupo de más de 40 personas pertenecientes a la Diócesis de Villa María y la región viajaron a Cracovia, Polonia para participar de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se desarrolla por estos días del otro lado del océano.
“Llegamos a Cracovia con un grupo de la Diócesis de Villa María que está coordinado y organizado por un matrimonio de San Marcos Sud, que ya viene hace unos años yendo a las Jornadas y siempre lleva grupos a los viajes. Somos, aproximadamente, 46 personas de Villa María y la zona”, contó al inicio al inicio de la entrevista.
Las jornadas comenzaron el jueves y a partir de allí tuvieron la posibilidad de ver al Papa dos veces. “Fue una sensación única, la verdad es que es hermoso. No encuentro palabras para describir lo que se siente y verlo tan cerca. Muy cerca”, señaló.
Cuando lo vieron por primera vez, comentó que junto a ocho amigos más se “escaparon” del grupo para tratar de verlo más cerca.
“Fuimos a ver si lo veíamos después de que llegara del aeropuerto. Nos pusimos en una valla que había atrás y estábamos nosotros solos. Cuando pasó el Papa dijimos: ‘Nos va a ver’, porque había muy poquita gente. Resulta que pasa saludando y no nos veía. Nos miramos entre los ocho y dijimos a la cuenta de tres gritamos: ‘¡Argentina! ¡Argentina! ¡Papa tomá un mate!’. Ahí nomás se dio vuelta, nos miró y nos saludó”, dijo Julia. Y agregó: “Con eso, si termina la Jornada ahora para nosotros es un lujo, porque la verdad es que fue impresionante. Nos largamos a llorar y nos abrazamos. Estábamos sin palabras”.
Respecto a las Jornadas explicó que se realizan diferentes eventos y que ayer hubo una bienvenida al Sumo Pontífice en un campo ubicado a varios kilómetros del centro. En la oportunidad leyó el evangelio y le brindó un mensaje a los jóvenes.
“Mañana viernes (hoy) se realiza el Vía Crucis. También con la presencia de Francisco y el sábado a la noche se realiza lo que es la vigilia de la Jornada. Ahí dormimos todos los jóvenes en un campo, en un predio. Pasamos la noche todos juntos y el domingo a la mañana el Papa realiza el cierre con una misa de despedida”, resaltó.
Comentó que por la mañana tienen catequesis brindadas por obispos y son en las parroquias centrales de la ciudad. Además señaló que están divididas por idiomas.
Una experiencia especial
En relación a la experiencia que están viviendo dijo: “El clima que se vive es impresionantemente hermoso, mágico”. Y agregó: “Los jóvenes que hoy vivimos la fe de esta manera, desde nuestra comunidad uno se siente un poco solo, por más que uno habitúe ambientes donde se encuentre con otros como uno. Siempre en el día a día hay que pasar obstáculos que presentan estas nuevas generaciones, pero realmente cuando uno vive estas cosas se da cuenta que no estamos solos, que en el resto del mundo hay muchísimas personas iguales y te da muchas ganas de seguir adelante y salir a vivir la fe de otra manera. Es algo hermoso que toda esta cantidad de gente se reúna por un mismo fin, por un mismo objetivo y se sienta tan fuerte el amor de Dios entre nosotros”.
Cómo los recibió la ciudad
Julia indicó que Cracovia es una ciudad que esta “muy organizada” y que ellos están alojados en escuelas. Vale aclarar que es verano, por lo que estas instituciones se encuentran disponibles para brindar alojamiento.
“Hay muchas y son muy grandes. Están organizadas y cada parroquia principal esta rodeada por dos o tres escuelas. Esas dos o tres escuelas junto a la parroquia, se destina a algunos países, según el idioma. Entonces en toda esa zona o en todo el barrio, hay gente de lengua española, en otro de lengua inglesa, por ejemplo”, aseguró.
Por otro lado dijo que hay familias que abrieron las puertas de sus casas para recibir a peregrinos. También hay clubes, pensiones y conventos.
“Además de seguridad, hay mucha organización con el transporte público. Con la cantidad de gente que hay, es impresionante como andan. Está muy bien organizada la ciudad, está preparada totalmente para esta cantidad de jóvenes”, resaltó.
También recalcó que “se nota que la gente quiere mucho al Papa” y que “hay muchas expectativas para la Jornada porque Polonia es un país sufrió muchas cosas en su historia”.
Guadalupe Avalle