En todo el país, se realizó ayer un paro de estatales. Villa María tuvo además una movilización en el centro con más de 200 participantes
“No al cierre de la Fábrica Militar. Reactivación ya”, indicaba el cartel con el que ayer encabezaron la manifestación de estatales en Villa María.
La protesta en el centro de la ciudad se realizó en el marco de una jornada de paro nacional convocado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), a la que adhirieron otros gremios.
Si bien la medida se hizo por la situación de los trabajadores estatales en general, en esta ciudad el reclamo se enfocó en la defensa de la Fábrica Militar, que, tal como vienen denunciando desde ATE, está prácticamente paralizada.
La preocupación del gremio que lidera en Villa María Fernando Mercado es que la mayoría de los empleados del polvorín está contratado, es decir, que no tiene estabilidad. Al no haber producción, corre serio riesgo el fin de centenares de fuentes de empleo.
Para hacer conocer a la comunidad esa preocupación es que ayer marcharon por el centro. Pese a que el paro se hizo sin asistencia al lugar de trabajo, la concurrencia a la marcha fue importante, dado que tuvo la participación de unos 200 trabajadores que se congregaron minutos antes de las 10, en la sede sindical para iniciar la marcha.
Ya en la plaza, acompañados en todo el trayecto por bombos y un grupo de malabaristas, explicaron las consignas que los llevaban a protestar.
Entre los puntos principales que reclamaron está la reapertura de la paritaria nacional para obtener una suba salarial en el segundo semestre, la reincorporación de los despedidos en organismos estatales, el pase a planta permanente de los contratados y el 82% móvil de las jubilaciones, entre otros puntos.
En el orden provincial, piden los mismos puntos, agregando el rechazo a la pretendida armonización de la Caja de Jubilaciones de Córdoba con el sistema nacional.
“Con ATE no se jode”, repitieron a lo largo de la protesta, a la par que repartieron volantes -como hicieron en la caravana de la semana pasada- en el que dan cuenta la crítica situación del polvorín y de otros organismos estatales.