El villamariense que actuó 15 años ininterrumpidos en el ascenso anunció su retiro definitivo del fútbol y el sábado estará con el uruguayo en Plaza Ocampo, como un broche inolvidable de su carrera

A los 36 años, el delantero Víctor Rena, uno de los villamarienses con más partidos en el ascenso argentino, decidió colgar para siempre los botines.

Quiso seguir, pero no pudo. Después de tantos años de priorizar el fútbol, esta vez puso por delante el trabajo en EPEC y rebotó incluso las propuestas de las Ligas regionales, donde no abundan los centrodelanteros grandotes, con oficio, sacrificados y goleadores. Y encima alguien con la foja de Rena, el rubio que debutó a los 15 años en Argentino, se fogueó en Alumni y de ahí en más anduvo por Portugal, Malta, Vietnam, muchas veces en Córdoba (la LCF con San Lorenzo, el Argentino A con Juniors y la B Nacional con Racing), Rafaela (9 de Julio) y Formosa (Sportivo Patria), mientras iba y venía por su querido “Fortinero”.

Su última función fue en Progreso Noetinger, donde dijo basta.

“Se me hacía imposible entrenar y, sobre todo, jugar por mis horarios de trabajo. Entonces por mi edad opté por no dudar en priorizar mi trabajo y decirle adiós al fútbol”.

– ¿Físicamente estabas para seguir?

– “Sí. Físicamente estoy bien; es más, había arreglado un año más para jugar porque en 2014 jugué todos los partidos sin tener ni una lesión. El problema fue el otro”.

– ¿Te replanteaste la posibilidad de buscar la vuelta para no retirarte?

– “Sí, me lo replanteé muchas veces, más cuando arreglé en enero, por un año más, lo hice con la condición de que podía faltar algunos partidos, debido a los horarios laborales. Pero en las primeras dos semanas, cuando empezó la pretemporada, vi que se me podía complicar, así que conjuntamente con el club (Progreso) decidí que para estar a medias, no servía para nadie”.

– Ahora sólo sirve volver a jugar con el ídolo de la infancia…

– “Sí. Crecí siendo hincha de River y mirando al Enzo (Francescoli) y tantas figuras de los años 90, así que será como un sueño cumplido. Jugar con Francescoli fue un sueño que tuve siempre y que no pude cumplir por no haber jugado en Primera división. Estuve cerca, pero no pude. Ahora voy a tratar de disfrutar esta invitación que me hicieron”.

– ¿Te retiraste también de todo el fútbol?

– “No. Por ahora no puedo trabajar en el fútbol, pero no faltaron propuestas. Hace algunos días me ofrecieron ser técnico de Progreso. Es la tercera vez que me ofrecen el cargo y le tuve que decir que no porque no puedo. Cuando el ‘Bocha’ (Maldonado) vino a Alumni también me llamó para ser su ayudante y le tuve que decir que no. Me hubiese encantando. Hubo también otra cosa como una deuda que Alumni tenía conmigo y que me llevó a decir que no, aunque el mayor problema fue el tema del horario. Cuando esto cambie, no descarto trabajar en el fútbol en un futuro”.

– ¿Seguís al equipo del ‘Bocha’?

– “Sí, pregunto siempre cómo va. Me gusta que esté trabajando el ‘Bocha’ porque lo tuve como compañero, sé todo lo que sabe de fútbol, lo que vivió como jugador y lo que está viviendo como técnico. Le tengo mucha fe y me gusta porque también está haciendo participar a muchos chicos del club”.

– ¿De quién te acordás en el fútbol en este adiós a la carrera?

– “Principalmente de la familia y en segundo lugar de los amigos, ya que siempre fueron a la cancha y cuando uno levantaba la mirada los veía en la tribuna. Tampoco voy a olvidarme de los hinchas, ya que en todos los clubes donde fui siempre me quisieron. Tuve la suerte de no ser un jugador negado en ningún club. Y también me voy a acordar siempre de los jugadores con los que compartí equipo, muchos de los cuales me los cruzo en la calle y me preguntan si voy a seguir jugando”.

Ping pong

– Un técnico: “El ‘Zurdo’ (Miguel Angel) López. Algunos lo criticaban porque hablaba poco, pero nunca supieron que con dos palabras te decía todo. También me quedo con Arzubialde, por su incansable condición para trabajar y revertir situaciones negativas”.

– Un compañero en la cancha: “Tuve la suerte de jugar con varios cracks. Afuera, la ‘Lora’ Oliva, ‘Chiche’ Sosa; también Leandro, un brasileño que jugó conmigo en Vietnam. Y en Alumni, el ‘Bujía’ Quiroga, que es un amigo; además de Santoni, el ‘Negrín’ Casas, ‘Julito’ Chiarini… Y lo más lindo de todo fue haber jugado con mi hermano en aquel equipo del 99”.

– El logro más recordado: “El ascenso con 9 de Julio y el título del 99 con Alumni. También recuerdo mucho el subcampeonato en Vietnam, en un equipo que lo festejó bastante”.

-Un gol: “El que le hice a Racing en la final del 99, en el alargue. Fue inolvidable. También uno contra Talleres en el Kempes”.

– La mayor tristeza: “Cuando descendió Alumni, me lesioné diez fechas antes. Venía metiendo goles y se me cortó el tendón. No haber podido ayudar me dolió mucho”.

– Una anécdota: “En Vietnam, entrenábamos al lado de los cocodrilos, eso era loco. Y cuando logramos el subcampeonato el festejo duró dos días seguidos, algo nunca visto”.

Ahora, el tenis

El Sport Social Club suele ser ahora un lugar a donde Víctor Rena va seguido, ya que tras colgar los botines resolvió a probar suerte con la raqueta en sus tiempos libres.

De todas maneras, no es el único ex-Alumni que lo hace. Por las canchas del Sport desfilan también Diego Sachetto, Gustavo Miranda y Rodrigo Liendo, entre otros exjugadores.