Una firma local renovada y pujante, asociada a una multinacional que cuenta con más de 170 años de historia. Así se podría definir buena parte de la relación que une a La Casa del Electricista con Schneider Electric. Juntas ofrecieron una charla técnica para arquitectos, ingenieros, electricistas… como una manera de contribuir a la eficiencia en el sector
La firma local contó con la visita del ingeniero Diego Cajal, quien fue enviado por una de sus principales proveedoras para aportar los últimos conocimientos en materia de reglamentaciones para instalaciones eléctricas en inmuebles, control de iluminación y protección, control y comando de motores.
Si decimos que después de una hora larga de compartir conocimientos Cajal todavía recibía preguntas de los asistentes, queda en claro lo interesante que resultó su presencia.
Más de sesenta personas que se desempeñan en los oficios y las profesiones vinculadas a todos los servicios que ofrece La Casa del Electricista, además de su propio personal, agradecieron el momento compartido, que se prolongó luego con un lunch.
Pero junto con ello, hay que decir que quedó flotando en el ambiente que la firma local, a través de Schneider, está en condiciones de ofrecer para instalaciones domiciliarias e industriales, los productos y la tecnología considerados de avanzada a nivel mundial.
Hay toda una historia por detrás
Y esto es absolutamente así, porque desde 1836 hasta la actualidad, Schneider Electric se ha transformado en un especialista mundial en gestión de energía. Desde sus inicios en la industria del hierro y acero, las maquinarias pesadas y la construcción de embarcaciones en el siglo XIX, pasó a la gestión de electricidad y automatización en el siglo XX. Después de 170 años de historia, Schneider Electric se ha convertido en la actualidad en el proveedor de soluciones que ayudan a aprovechar al máximo la energía.
En aquel 1836 los hermanos Schneider se hicieron cargo de las fundiciones Creusot, que estaban en dificultades. Dos años después, crearon Schneider & Cia.
En 1891, habiéndose convertido en especialistas en armamento, Schneider innovó para embarcarse en el emergente mercado de la electricidad.
En la primera mitad del siglo XX se asoció con Westinghouse, uno de los principales grupos eléctricos internacionales. El grupo amplió luego su actividad a la fabricación de motores eléctricos, equipos para centrales eléctricas y locomotoras eléctricas.
Y en la posguerra Schneider abandonó gradualmente los armamentos y se volcó a la construcción, las obras de hierro, la acería y la electricidad. La empresa se reorganizó completamente a fin de diversificarse y abrirse a nuevos mercados.
Entre 1981 y 1997 Schneider Electric siguió concentrándose en la industria eléctrica separándose de sus actividades no estratégicas. A esta política se le dio una forma concreta mediante adquisiciones como la de Telemecanique, Square D, Merlin Gerin y Lexel en diferentes países del mundo, y la reconocida Plasnavi, en Argentina.
Es decir, un profesional perteneciente a ese gigante mundial en materia de electricidad, trajo un bagaje de historia y conocimientos, para volcarlos en la ciudad, de la mano de La Casa del Electricista.