A buen entendedor

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A buen entendedor
Drako pasó a la fama esta semana, al ser “retado” por su amo

Un estudio científico en Budapest, hecho con escáneres cerebrales, comprobó que los perros entienden las palabras y son claros para diferenciar la entonación con la que se emplean 

Drako pasó a la fama esta semana, al ser “retado” por su amo
Drako pasó a la fama esta semana, al ser “retado” por su amo

Un video argentino se viralizó por las redes sociales en los últimos días y tiene como protagonistas a dos perros y su amo.

En la imagen se observa la mano de un joven exhibiendo una ojota rota, mientras los canes ponen cara de “yo no fui”.

El joven les habla y les pregunta a sus perros quién rompió, una vez más, el calzado, sin ser agresivo, pero con tono paternal.

La ternura que expresan los dos perros es fenomenal, aunque uno de ellos, llamado Drako, parece auto incriminarse cuando busca ocultarse tras una maceta para no ser reprendido.

Sí, Drako fue el culpable de la maldad, pero lo que quedaba claro era cómo los dos canes entendían muy bien lo que su amo les estaba diciendo.

Es claro que cuando usted le dice a su perro “ven”, por lo general el can corre hacia usted o cuando le dice “siéntate”, se sienta. Históricamente se remarcó que esas órdenes son causales de un obedecimiento permanente del animal. Pero resulta que va más allá.

El perro entiende las palabras que utiliza y el tono que emplea al hablar con él. 

El mejor amigo del hombre es capaz de comprender las palabras y el tono con que se habla, ya que utiliza el hemisferio cerebral izquierdo para procesar esas palabras y el derecho para procesar la entonación. Es más, activa el centro de recompensa del cerebro cuando las palabras y la entonación concuerdan. 

Esto fue registrado científicamente por el equipo de Attila Andics, del Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd, en Budapest, en un estudio que se publica en la revista Science.

El nuevo hallazgo sugiere que los mecanismos neuronales para procesar las palabras no son exclusivos de los humanos y que si los animales están en un entorno en el que se habla, como es el caso de los perros que viven con las familias, el significado de las palabras llega hasta su cerebro y aunque no sean capaces de hablar, sí que entienden lo que se les dice.

Y es que durante el procesamiento del lenguaje hay una distribución del trabajo en el cerebro humano: en el hemisferio izquierdo se procesa sobre todo el significado de las palabras, mientras que el derecho se encarga de descifrar cómo se dicen esas palabras. 

Los perros pueden hacer ambas cosas, tal y como han demostrado los investigadores después de trabajar con 13 perros a los que se les hicieron varios escáneres cerebrales para medir la actividad cerebral cuando escuchaban las órdenes de sus adiestradores. 

“Los perros son capaces de oír las palabras de elogio y cómo se dicen éstas, así como diferenciar la entonación que se emplea”, informaron los investigadores, desde Hungría.

 

Datos claves

Tal y como han podido demostrar los investigadores húngaros, los perros prefieren utilizar el hemisferio izquierdo para procesar las palabras con significado, cosa que no hacen con las que no lo tienen. Sin embargo, cuando su adiestrador se dirige a ellos con palabras que alaban sus acciones activan el hemisferio derecho, independientemente del tono que se emplee. Se trata de la misma región cerebral que ya se había visto que se activaba en los perros para procesar sonidos emocionales que no correspondían a palabras, donde la entonación tiene un papel decisivo.

Este estudio es el primer paso para entender cómo los perros interpretan el discurso humano, lo que puede ser de gran ayuda para mejorar la comunicación y cooperación entre el hombre y el perro.

No obstante, los resultados del estudio también ponen de manifiesto nuevos datos sobre la evolución del lenguaje. Las palabras no sólo activan la capacidad neuronal de los hombres, lo que sí sólo puede hacer el hombre es inventarlas y utilizarlas.