“Me empezaron a temblar las piernas y como no estaba en condiciones físicas ni anímicas de afrontar la situación, fui a buscar ayuda”, señaló la mujer domiciliada en Oliva al comparecer ante el fiscal Gustavo Atienza. El proceso sigue su curso
La enfermera Carla González (41), implicada en la muerte del menor Mario Nicolás Sánchez (14) a raíz de un accidente de tránsito ocurrido el domingo pasado sobre la ruta 9, recuperó ayer la liberad luego de ser indagada por el fiscal Gustavo Atienza.
La mujer domiciliada en Oliva declaró por espacio de una hora (de 12.15 a 13.15) en la Fiscalía de Instrucción del Segundo Turno y en la oportunidad negó haberse dado a la fuga, sino que fue a “buscar ayuda” porque no se encontraba en condiciones de auxiliar a las víctimas.
Asistida legalmente por el abogado Fabián Presuttari, la trabajadora de la salud dijo que si hubiese querido eludir a la Justicia no habría regresado al lugar del choque y en el mismo vehículo, incluso acompañada por un compañero de trabajo, que también es enfermero.
El propio letrado dio a conocer algunos detalles de la medida procesal que se llevó a cabo en el primer piso del edificio de Tribunales, hasta donde González fue trasladada desde la dependencia policial ubicada en avenida Presidente Perón y Piedras, en barrio San Justo.
En diálogo con EL DIARIO, Presuttari señaló: “Ella dio su versión de los hechos y dijo que los chicos iban sin luz, uno al lado del otro, ocupando buena parte de la calzada”. Al respecto, la mujer aportó un dato que, al menos hasta ayer, era desconocido: dijo que no eran dos, sino tres los jovencitos que circulaban en sus respectivas bicicletas.
“Cuando los vio, ya los tenía encima”, refirió el defensor, citando expresiones de su clienta. Y agregó. “Ella intentó esquivarlos y alcanzó a maniobrar, pero no pudo evitar chocar a uno de ellos”, en alusión a Sánchez.
Presuttari dijo que, “conmocionada por lo sucedido, le empezaron a temblar las piernas y como no estaba en condiciones físicas ni anímicas de afrontar la situación, fue a buscar ayuda” a la Clínica de la Familia, donde trabaja desde que ese centro asistencial abrió sus puertas.
“No se dio a la fuga”
“No sólo que no se dio a la fuga -añadió el abogado-, sino que volvió al lugar del accidente en el mismo auto, pero acompañada por su jefe, José Fuenzalida. Pero antes de salir de la Clínica, en la Guardia le pidieron a otro compañero, llamado Gustavo, que se comunicara con la Policía y los Bomberos para informarles lo que había ocurrido”.
Sin embargo, cuando González y Fuenzalida llegaron al lugar de la tragedia, los bomberos ya estaban trabajando. Los primeros habían auxiliado a las víctimas y el personal de la Unidad Departamental se encontraba realizando las primeras pericias.
Al llegar, la mujer se bajó del Renault Clio gris, se dirigió a los uniformados y dijo que ella era quien había embestido a los chicos, aunque explicando las circunstancias bajo las cuales se produjo el trágico episodio.
Cuando concluyó la indagatoria, el fiscal Atienza dispuso la libertad de González, aunque el proceso penal continúa su curso.
Sobre la excarcelación, Presuttari dijo que “la escala penal del delito que se le atribuye (homicidio culposo) amerita que se le conceda la libertad, pero además se trata de una persona que no tiene antecedentes de ningún tipo y seguramente el fiscal evaluó que no existe peligrosidad procesal de que vaya a entorpecer la investigación de la Justicia”.
Finalmente, cabe señalar que cuando salió de la Fiscalía, ya en libertad, González se retiró de los Tribunales acompañada por dos hermanos y otros familiares, con los cuales emprendió regreso a la ciudad de Oliva.