
Aunque hayan asistido sólo 250 personas, Hugo Varela plasmó el sábado pasado en el Teatro Verdi un espectáculo digno de su trayectoria, con insistente interacción con el público y una versatilidad probada a la hora de amalgamar músicas diversas (tango, cueca, música caribeña y europea), con humor un tanto picaresco.
No faltó ni la exhibición de instrumentos propios y exóticos (como la tabla de planchar símil slide guitar, o una flauta ejecutada de a dos, junto a su histriónico hijo Lucas) ni los “éxitos” de su repertorio, como “El viejo y la vieja” y “La corbata roja punzó”, en los bises.