Los mitos sobre los gatos son tan viejos como los propios animalitos en el mundo. No obstante, siempre hay que preguntar para no entrar en “falsas certezas” cuando se trata de estos peluditos que, día a día, sorprenden con sus acciones.
Entre tantos, mitos, estos son sólo cinco de los más conocidos que existen en la actualidad sobre los gatos:
Los gatos y los perros se odian
Un clásico entre los clásicos. La enemistad entre estas dos especies es de sobra conocida, pero no del todo cierta. Los gatos y los perros pueden convivir perfectamente en una misma casa, siempre y cuando cada uno respete los espacios del otro.
Para lograr esa convivencia existen ciertos trucos como hacer que se conozcan poco a poco, dejarles en habitaciones separadas y alternar esas habitaciones los primeros días para que vayan acostumbrándose a los olores del animal.
Los gatos negros traen mala suerte
El gato negro es considerado desde hace siglos como un animal “yeta”. Para entender el origen de esta creencia hay que remontarse a la época de los celtas, quienes aseguraron que los gatos negros eran los compañeros de las brujas.
Sin embargo, esta creencia no tiene ninguna base científica y a lo largo de la historia los gatos negros también han sido objeto de buena suerte. En el antiguo Egipto eran considerados animales sagrados y en la Inglaterra victoriana se creía que traían buena suerte a los novios recién casados.
Si ronronea significa que está feliz
El ronroneo de los gatos comienza en sus primeros días de vida. Gracias a este sonido los hijos son capaces de comunicarse con sus madres incluso cuando no tienen todos los sentidos desarrollados. Con el tiempo, el ronroneo pasa a ser una conducta para expresar felicidad, aunque no siempre es así.
Diversos estudios han demostrado que los gatos también ronronean cuando tienen algún dolor o ante una situación que les atemoriza. Por eso existen varios tipos de ronroneo:
-Ronroneo irregular: indica una felicidad plena en el gato.
-Ronroneo uniforme, pero en decadencia: se utiliza para poner fin a una situación.
-Ronroneo ruidoso: el utilizado para pedir ayuda o comunicar un dolor.
Los gatos son malos para las embarazadas
Muchas mujeres creen que deben deshacerse de su gato en el momento en el que se quedan embarazadas. Estos se deben al riesgo de transmisión por parte de los felinos de la toxoplasmosis, una enfermedad peligrosa para el feto.
Sin embargo, los estudios científicos han demostrado que esta enfermedad es muy poco frecuente en los gatos caseros. Además, si la mujer está inmunizada frente al virus, no existe ningún riesgo para el bebé.
Los gatos caen siempre de pie
Este es otro de los mitos más extendidos sobre los gatos, pero no del todo cierto. Los gatos no siempre caen de pie, todo depende de la altura desde la que caigan (si tienen tiempo de darse la vuelta en el aire, entonces sí que caerán de pie). Esta habilidad es instintiva y los gatos la aprenden a partir de los 40 días de edad.
Fuente: Vanguardia.com
El gato acuático
El biólogo estadounidense Anthony Giordano está recaudando fondos para lanzar una misión con el fin de encontrar en las selvas de Java un rarísimo ejemplar de gato pescador, informa New Scientist.
A contracorriente de los estereotipos más comunes que rodean a los felinos, según los cuales estos animales sienten una profunda aversión al agua, este gato acuático utiliza sus inusuales patas, parcialmente palmeadas, para pescar. Para que los peces se asomen del agua el gato pescador golpea suavemente la superficie del agua, imitando de esta forma las ondas que dejan los insectos al posarse en ella. Y cuando los peces acuden en busca de alimento, el astuto felino los agarra con sus zarpas.
“¿Es el gato más raro del mundo? Muy posiblemente podría serlo si es que aún existe”, afirma Giordano. En 2008 el gato pescador fue calificado como especie en peligro de extinción y la subespecie del gato pescador de Java se declaró en peligro crítico. Sin embargo, esos datos se basaron en los obtenidos a principios de la década de los 90, cuando científicos vieron por última vez al gato más raro del mundo.
Desde entonces, algunos testigos aseguran haberlo visto, si bien podrían haberlo confundido con el gato leopardo, más común. Si la expedición liderada por Giordano halla pruebas de su existencia, ello podría conducir a la creación de programas más estrictos para la conservación de esta asombrosa especie.