Alumni no tiene tiempo para especular y si quiere clasificar, debe ir a todo o nada. Quedan seis “finales” y ayer comenzó un nuevo (reducido) ciclo de quien fuera entrenador la pasada temporada. Vuelta de página
Raúl Maldonado comenzó su nuevo ciclo al frente de Alumni, tras la salida de Lautaro Trullet luego de la pasada derrota el fin de semana ante Racing en Córdoba. El Bocha ya había conducido al plantel fortinero en 2015 y más precisamente en septiembre pegó el portazo luego de algunas diferencias con los dirigentes. En aquella ocasión el entrenador estaba cerca de la Zona de Clasificación del Torneo Federal.
Todo muy rápido y veloz, casi sin hacer ruido, los cambios en Alumni ya se sucedieron y comenzó un nuevo período, que si bien es corto (por lo que resta del campeonato), será crucial porque, aunque parezca imposible, clasificar todavía es un sueño que sigue vivo.
Ayer por la mañana en el predio Mauro Rosales, Alumni realizó su primera práctica del día a las órdenes del nuevo cuerpo técnico (Leonardo Moyano y Manuel León), que mantiene al profe Tato Bassi, pero al que le falta un entrenador de arqueros. En ese sentido, después de una madrugada con caída de agua, los trabajos físicos en espacios reducidos fueron la llave de inicio para la llegada de Maldonado. “Hagamos la cancha grande, con espacios, aprovechemos… El que pone la pelota en el piso gana”, arengaba el Bocha en sus primeras indicaciones.
Nuevo proceso
“Se dio una transición rápida. Vamos a apostar al juego en equipo, a tener la pelota, vamos a jugar con un rival directo, hacerle larga la cancha y estar siempre listos para golpear”, indicó Maldonado en el primer contacto con la prensa en su regreso como entrenador de Alumni.
Uno de los colegas periodistas le preguntó: “Cuando llegaste el año pasado esto era un incendio, ¿hoy la situación es similar? El Bocha, sonriendo, respondió: “A veces es lindo. Estamos obligados, nos queda mucho para pensar. Les dije a los muchachos: ‘Somos Dios o quedamos en la lona’. Ojala podamos ser Dios”.
En el proceso anterior, sobre el equipo con el que contaba dijo: “Me habían dado un tenedor para ir a la guerra”. Con buena onda, soltó después de la práctica: “Con este equipo tengo cuchillo y tenedor. Nadie es culpable de lo que pasó hasta acá en el torneo. No pudieron encontrarle la vuelta para ganar de visitante, nada más. Ojalá podamos hacerlo nosotros porque el tiempo es poco”.
Es un campeonato de seis fechas que será durísimo porque vamos a jugar con rivales directos. Es importante hacernos fuertes en todo momento. Primero el domingo, paso a paso, seguiremos con los otros encuentros. Hay que pensar cada partido como una final. Por suerte tenemos semanas largas porque no jugamos entre medio, así que vamos a intentar exprimir el tiempo de trabajo para llegar de la mejor manera a cada partido”.
Sensaciones que quedaron su experiencia como técnico de Alumni: “Si en aquel momento me quedaba, seguro clasificaba. Me quedé con esa espina. He madurado en este tiempo que pasó y comprendí que son calenturas que tendría que ir sacando de mí, son cuestiones que me han quedado del jugador de fútbol. He limado algunas cuestiones, he crecido en ese sentido, ojalá les podamos plasmar a los chicos ese crecimiento”.
A su vez, expresó: “Jugadores hay muchos, ojalá que ellos quieren sacarlo adelante, crean en lo que le proponemos y podamos ser lo que queremos ser.
Sobre lo que falta: “Tenemos que traer un entrenador de arqueros porque ahí estamos dando ventaja y no podemos darla para jugar este campeonato corto. Tienen que estar al pie del cañón todos los jugadores”.
También se refirió al mensaje que les dio a los jugadores: “Que diviertan, que jueguen, porque otra no nos queda porque estamos medio cuerpo afuera. No tenemos nada que perder, más que salir a jugar los partidos que nos quedan siempre de la misma manera. A la gente le digo que venga, que los jugadores van a hacer todo para clasificar”.
“Nosotros somos los culpables”
El referente del equipo Carlos Herrera se refirió al final del ciclo Trullet: “La verdad es que fue todo rápido, nosotros nos enteramos el martes. Las cosas en el fútbol a veces suceden así, lo que nos queda es adaptarnos rápidamente al cambio. El fútbol no cambia a 25 jugadores, cambia al técnico. Me puso muy triste porque era buena gente y trabajadora, pero cuando no hay resultados, es lógico que esto se resuelva así. Ahora estamos con el Bocha, lo conocemos, tuve la suerte de jugar con él, nos conoce (eso es muy bueno)”.
En cuanto a la producción del equipo: “Los que entramos a la cancha somos nosotros. Tuvimos una temporada muy buena de local, muy mala de visitante, por supuesto que así es difícil. El fin de semana con Racing volvimos a perder de visitante, no generamos situaciones para poder empatar más allá de que intentamos y no pudimos. Se dieron muchas cosas, que a fin de cuentas terminaron en la salida de Trullet. El margen de error se nos achicó por completo y estamos obligados a ganar lo que viene para clasificar”.
También opinó sobre las grandes individualidades del plantel: “Creo que hay muchos nombres, pero no alcanza para ser un equipo. Por más que tengamos grandes jugadores, con trayectoria y experiencia, la identidad de equipo es lo más difícil de lograr en el fútbol. Hemos tenido partidos muy buenos, partidos malos, pero la tarea más difícil es conformar un equipo. El cuerpo técnico anterior trabajó mucho, pero al igual que nosotros, no le pudo encontrar la vuelta, no hallamos explicaciones a la producción en condición de visitante. Los culpables somos nosotros porque somos los que entramos a la cancha”.
Finalmente, ante la consulta sobre la decisión que se tomó con Trullet, dijo: “Yo no me puedo poner al lado de los dirigentes en esta situación porque no me corresponde. Me entristeció la salida de Lautaro, pero ahora estamos con el Bocha. En el fútbol pasan siempre estas cosas. Hay que dar vuelta la página y seguir adelante”.
Marcos Godoy dejó sus impresiones después de la práctica: “Mucha tristeza por el cuerpo técnico que se fue, pero el fútbol es así y rápidamente nos tenemos que adaptar. Llegó el Bocha, que seguramente nos aportará toda su experiencia para este tramo final. Viene con Leo (integrante del cuerpo técnico) que también sabe muchísimo, así que tenemos que hacernos fuertes, tomar empuje y aprovechar este cambio como una renovación, volver a creer en nosotros y recuperar el juego que teníamos. Todos quieren demostrar que están al máximo para jugar y eso es fundamental. Hay que estar preparados y concentrados para lo que se viene”.
Y sentenció: “Tenemos seis finales y hay que ganarlas a todas, no hay otra. Sabemos que podemos y confiamos en eso. Es un gran desafío para todos”.