“Claramente, para un empresario hay demasiadas incógnitas y se viene un año electoral. Nadie invierte en una economía que se achica”.
Esto dijo el presidente del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Córdoba, José Simonella, al dialogar con EL DIARIO tras exponer ayer en el marco del “V Congreso de Administración”, el “II Encuentro Internacional de Administración” y el “I Congreso de Ciencias Económicas del Centro de la República” que se llevan adelante en el Campus de la Universidad Nacional de Villa María, con amplia asistencia.
Respecto a la ansiada reactivación que el Gobierno de la Nación anunciaba para el segundo semestre, Simonella dijo que desde el sector “nunca” fueron “muy optimistas en cuanto a que la reactivación iba a llegar tan rápido”.
“Entendemos que la distorsión de precios relativa era tremenda y al haberse decidido no efectuar un ajuste muy profundo llevará tiempo recomponer la relación de los mismos”, aseguró.
Luego sostuvo que la administración nacional “pecó de ingenua” con sus expectativas sobre el empresariado. “Esta aspiración de que los empresarios e inversores iban a acompañar no se dio. Los empresarios tratan de maximizar los beneficios, por lo que creer que ellos no iban a aumentar los precios otra vez porque ya habían apostado a la devaluación de 15 pesos, es no entender cómo razonan, que van a aumentar todo lo que puedan mientras que puedan”, expresó.
Por otro lado, dijo que si bien entraron inversiones financieras para aprovechar una diferencia que “garantiza una rentabilidad que en el mundo te llevaría años en términos de dólar”, lo que no llegaron son las inversiones en economía real, “que es la que interesa, la que genera empleo, que es fundamentalmente el grave problema del país en la actualidad”.
Y en esto desconfió en que se concreten por ahora, porque “aún no están dadas las condiciones para que una empresa plante capital a diez años”. Citó la incidencia de la presión tributaria en Argentina, que “en términos relativos es tremenda en comparación al resto de Latinoamérica”.
“El Gobierno está analizando en comisión la nueva estructura tributaria, por lo que hoy no tenés los impuestos definidos, ni el precio de mano de obra, que no se sabe porque la inflación va deteriorando los salarios y obviamente los sindicatos piden mejoras, incluso se prevé que la conflictividad aumente para este último trimestre. No se sabe lo que cuesta la energía, el gas. Claramente hay demasiadas incógnitas para un empresario y hay un tema electoral el año que viene. Nadie invierte en una economía que se achica”, describió.
Consideró que sí va a crecer la economía pero sólo en comparación a los valores “muy bajos de este año”. Esto “no será suficiente para decir que las empresas digan que la demanda está estabilizada”. “Las perspectivas son buenas, pero no sabemos cuánto dura el desierto que hay que cruzar”, indicó.
Cuando se le planteó en cuánto influyó en este cuadro la herencia recibida y en cuánto las medidas adoptadas por Mauricio Macri, Simonella sostuvo que el legado del kirchnerismo “ha sido tremendo, la distorsión de precios ha sido tremenda y creo que lo sabíamos todos los argentinos”.
“Claramente el Gobierno empezó tomando las medidas más difíciles de manera adecuada, como la salida del cepo, el arreglo con fondos buitres y por otro lado falló en aquellas medidas que tienen que ver con la implementación diaria. Falló en relación a las tarifas, que ha sido un error garrafal, todos sabíamos que las tarifas se iban a acomodar, pero se hizo de manera tan grosera que todos están en contra y ahora nadie quiere que le aumenten nada”, apuntó.
“Da la sensación de que el Gobierno tiene problemas en implementar lo que decide y, al no tener mayoría legislativa, ha usado el gasto público cada vez que necesitó sacar leyes, y en ese marco los gobernadores han demandado”, señaló, por lo que “el objetivo de manejar o disminuir el déficit fiscal claramente ha sido abandonado”.
El licenciado afirmó que “una economía funcionando con este déficit fiscal es preocupante, más allá del financiamiento existente para que ese déficit se pueda solventar, porque esto no puede ocurrir de manera eterna y si bien tenemos bajo nivel de endeudamiento en términos relativos al PBI y al resto de países no podemos endeudarnos sólo para cubrir gastos corrientes”. Agregó: “Deberíamos endeudarnos para generar obra pública, para darle más competitividad a la economía, para hacer puertos, trenes, rutas”.
“El problema que tiene el sector productivo es la competitividad y en eso influye la infraestructura y la presión tributaria, que es el doble de la de 20 años atrás”, advirtió.
Finalmente, el especialista dijo que “el país gasta mucho y gasta de más, todos estamos acostumbrados a tener un Estado grande, pedimos que sea grande para nosotros y chiquito para los otros”.