El director del Hospital Regional de Bell Ville, Sergio Arroyo, dijo ayer que la mujer de 39 años cuyo velatorio se vio alterado por presuntos ruidos y movimientos provenientes del interior del ataúd falleció como consecuencia “de una enfermedad terminal”.
Acerca de la certeza de su deceso, el médico aseguró que “se actuó de acuerdo con los protocolos para este tipo de casos”. La Justicia, en tanto, aún no brindó información sobre lo ocurrido.