Un día antes de su presentación en el Rectorado de la universidad local, el polifacético músico santiagueño Víctor Simón atendió a la prensa y desgranó algunas notas en el piano de cola Rud Ibach Sohn del Museo Bonfiglioli.
Hace dos años que volvió a la Argentina, tras 17 de permanencia en Canadá, donde desplegó una vasta tarea de difusión de la música popular argentina, y donde mamó distintas influencias de otros géneros.
“En Canadá cuando llegué en 1997, ya había una cultura tanguera, y por mi condición de argentino, puede insertarme y dar mi perspectiva en la materia, que está signada por la herencia familiar que conformó el grupo Los Hermanos Simón, durante casi tres décadas”, relató.
“Antes era común que los grupos musicales estuvieran conformados por familias, porque sólo existía la radio para entretenerse, y la gente se divertía en su casa haciendo música. Así surgieron los Abalos, los Simón, y otros”, recordó, a la vez que comentó que ya en su época, además de la radio, existía televisión, y “más lo que aprendí de mi familia, me fue suficiente para formarme. Diría que me formé solo”.
Asimismo, subrayó que en la actualidad las fronteras entre el tango y el folclore se están diluyendo, y es más apropiado hablar de “música popular argentina”.
También se alegró de que “en Villa María, como en otras ciudades, existan carreras que formen en Música Popular, algo que en mi juventud no existía”.
En cuanto al tango, afirmó que “es un género que muchos países lo han incorporado a su cultura, y entiendo que es porque surgió de la síntesis de otros géneros musicales. El vehículo para su aceptación parte de la danza de parejas tomadas. Luego se valora la melodía, luego la poesía, y de ahí se pasa a interesarse por la historia de nuestro país, y por el resto de nuestra música”.
Valoró la influencia de Borges, Piazzolla, Ginastera y otros artistas en el crecimiento del prestigio del tango en el mundo.
Hoy a las 21, en su recital, interpretará obras popularizadas por su padre y sus tíos, así como composiciones propias. Estará acompañado por el percusionista Milton Arroyo y el coro del Conservatorio Felipe Boero. “Será con un formato severo, el de recital, pero con la pasión que nos caracteriza”, prometió.
Anunció asimismo que trabaja en un proyecto ambicioso, con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes, para generar un espectáculo con nuevas versiones de los temas que popularizaran Los Hermanos Simón. El show se lanzaría en el año próximo desde Santiago del Estero.
A diferencia de Los Carabajal, las nuevas generaciones de la familia Simón no siguió masivamente vinculada a la música, al punto que sólo Víctor abrazó profesionalmente dicho arte.
No es casual, comentó, que el Noroeste argentino sea aún la cuna de tantos cantantes, instrumentistas y compositores: “En nuestra región el fuego de la música está siempre prendido”.
En cuanto a su reinstalación en la Argentina, Simón reconoció que “no es fácil readaptarse, cuando se viene de un país más ordenado. Pero desde el arte, siempre tenemos una visión de esperanza y de paz, y ofrecemos una salida mental para convivir”.