

Participarán tiradores de distintos lugares de la provincia y el país
Villa María será sede el domingo venidero del 3º Torneo Social de Tiro con Arco, disciplina que conjuga el deporte con una particular filosofía de entender la competición.
El evento está organizado por la Escuela de Arquería de la ciudad y cuenta con el auspicio de la Municipalidad por intermedio del Ente de Deporte y Turismo Sociedad de Economía Mixta (SEM).
La actividad, como se dijo, tendrá lugar el domingo 23 de octubre, desde las 9, en las instalaciones de la Sociedad Rural Villa María.
El torneo, que contará con la participación de tiradores locales y de distintos puntos del país, fue presentado ayer durante una conferencia de prensa que tuvo lugar en el Salón Blanco del Palacio Municipal y de la que participaron el instructor de la Escuela de Arquería, Diego Olivera (quien es asistido en la institución por su esposa, Sonia Mercaú), y el presidente de la citada Sociedad de Economía Mixta, Marcos Bovo, quienes brindaron detalles.

Olivera, dijo: “El torneo contará con distancias que van de los 10 a 70 metros y calculamos que asistirán más de 50 participantes en las diversas categorías”.
En tanto, Bovo manifestó: “Esta disciplina, si bien no tiene la masividad de otras, viene creciendo en cantidad de deportistas en la ciudad. Hoy ya son 44 los que forman parte de la Escuela de Arquería y es por ello que desde el Ente Deporte y Turismo estamos entusiasmados conque la ciudad sea anfitriona por tercera vez de este evento”.
Cabe señalar que confirmaron su presencia tiradores de las provincias de Mendoza y San Luis y de las ciudades de San Francisco, Marcos Juárez, Río Cuarto y Río Tercero, entre otras.
Diego Olivera
“Esta disciplina sirve para conocerse”
“El arco puede servir para cazar o para meditar; eso depende de como cada uno encare la actividad; pero desde tiempos inmemoriales el hombre a utilizado el arco y la flecha para alimentarse o para defenderse, es algo que está en las células ya. Yo creo que esta disciplina sirve para conocerse a uno mismo”, no duda en afirmar el instructor Diego Olivera, quien hace más de 25 años disparó la primera flecha y ya no se detuvo e hizo de la actividad una forma de vida.
“Empecé tirando en un campo, con un amigo, y luego se volvió adictivo. Es algo que se despierta cuando tirás la primera flecha. Y puede verse claramente en la cara de los alumnos. Lo ví en una niñita de 8 años y en un hombre de 42; la misma cara, el mismo gesto, como de encontrarse a sí mismo”, explica Olivera, quien asegura que “para mí el arco es un instrumento, una extensión de mi cuerpo. Si un día agarro el arco y no me siento cómodo para tirar, sé que no es el arco, sino que soy yo, que no estoy bien, no estoy en armonía. Entonces lo dejo y me examino, a ver qué me está pasando”.
“Lo más difícil es relajarse”, asegura el instructor. “Cuando algún alumno me dice que por más que lo intente no puede hacer blanco, le digo que no piense, que deje que el cuerpo lo guíe. La flecha sabe adónde tiene que ir; sos vos el que no sabe soltarla para que vaya adónde tiene que ir”.
Finalmente, Olivera afirma que aprende mucho enseñando porque todos somos distintos y “los cuerpos no son iguales, por lo tanto, es importante observar el cuerpo del alumno, sus limitaciones y sus posibilidades, para luego transmitirle cuál es la mejor manera de tomar el arco para disparar. Porque si bien esto es una actividad competitiva, estoy convencido de que lo más importante es el aspecto filosófico que encierra”.