
El 26 de octubre de 2014, Francisco Mignola murió tras asistir a una fiesta electrónica. Su madre reclama justicia y pide que investiguen no sólo a los organizadores, sino a todos los involucrados en “esa fiesta ilegal”

“Soy mamá de Francisco Mignola. La Justicia se aboca a investigar el narcomenudeo dejando de lado la preocupación de saber de qué forma mueren los jóvenes. Las dos cosas van de la mano. Las drogas sintéticas y la muerte. Mi hijo murió por abandono de persona cuando sólo tenía 19 años. Y nosotros como familia quedamos destruidos”.
Así comienza una nota a Noemí Bongiovanni, la madre de Panchito, el joven que falleció hace dos años tras asistir a una fiesta de música electrónica en la estancia El Silencio, ubicada en cercanías de la ciudad de La Falda.
A dos años, Noemí no tiene respuestas. Después de la muerte de su hijo, se produjeron hechos similares en Costa Salguero y en el Orfeo. En el primero, la causa ya fue elevada a juicio y en el segundo están todos los actores imputados.

“Me pregunto por qué no actúan así en el caso de mi hijo”, planteó la madre al ser consultada por EL DIARIO.
“La estancia El Silencio hace honor a su nombre. Se encuentra a 400 metros de la ruta hacia dentro de la montaña, ni siquiera tiene luz eléctrica, sin teléfono ni señal telefónica. Pero sí pileta de verano. Completamente incomunicada y con todos los riesgos y peligros que podamos llegar a imaginar. En ese tétrico lugar realizaron una fiesta electrónica de 48 horas de duración, con chicos de hasta 15 años. La mayoría muy jóvenes, sólo los que vendían eran personas mayores. Donde se consumía alcohol. Drogas sintéticas, popper, quetamina, cartón, éxtasis, cocaína y marihuana. El espanto del que ninguna figura oficial quiere hablar”, indicó en un texto que también envió al fiscal general de la Provincia.
“Qué hay detrás, pregunto. Que hay detrás de la estancia. Que hay detrás del Hospital de La Falda que no tenía ni siquiera una ambulancia. Qué hay detrás de la Policía de esa ciudad”, planteó.
“Hemos demandado civilmente a quien alquila el lugar, el señor José Luis Saieg, domiciliado en Carlos Paz, quien se encontraba en la fiesta. A los propietarios Marcelo Emilio Montero y su señora, María Josefina Varas de Montero, familiares directos de la legisladora Liliana Montero. Los famosos organizadores Mariano Carballo y César Lombardi, únicos imputados por homicidio culposo, como si la muerte de Panchito hubiese sido un accidente”, señaló.
“A los únicos imputados los acusaron después de lo que sucedió en Costa Salguero, cuando murieron cinco chicos. No sé qué pasa con la causa de mi hijo que no avanza”, dijo.
Noemí Bongiovanni informó que recientemente hicieron una nueva pericia médica con la presencia de un toxicólogo de renombre: “Todavía no están los resultados oficialmente, pero entiendo que se va a poder avanzar más y conocer mejor lo que pasó”.
“Yo creo que con todo lo que tiene el fiscal podría imputar no sólo a los organizadores, sino a los dueños, al que alquiló, a los médicos que no lo atendieron”, expresó.
“Después de dos años, cada día de mi vida es una tortura. No puedo creer que Panchito no esté más con nosotros. Recuerdo la última vez que estuvimos juntos, antes de que se fuera a Córdoba. El estaba feliz; yo, preocupada. Es muy difícil seguir adelante, sólo espero que paguen todos los culpables”, concluyó.
Casos
26 de octubre de 2014
Muere Francisco Mignola tras asistir a la fiesta electrónica en la estancia El Silencio.
15 de abril de 2016
Cinco jóvenes murieron en la Time Warp, organizada en Costa Salguero. Sus nombres: Nicolás Becerra, Francisco Bertotti, Bruno Boni, Martín Bazano y Andrés Valdez.
24 de julio de 2016
Murió Tania Abrile, una artista plástica de 38 años, tras asistir a una fiesta de similares características en el Orfeo.