En el texto legal despachado al mandatario aseguran que una cosa buena tiene la cárcel: ha unido a peronistas, radicales, kirchneristas, comunistas, ucedeistas, y algunos macristas en un reclamo por un plebiscito para que el pueblo sea escuchado”. Temen, entre otra cosa, a un nocivo “boom” inmobiliario
“Sr. presidente de la Nación argentina, ingeniero Mauricio Macri: soy ciudadano de la ciudad de Oliva, provincia de Córdoba. Lo molesto por la cárcel federal que me dicen piensa emplazar en mi ciudad y un par de inquietudes que tal vez le puedan servir”.
Así comienza la carta documento que le envió inicialmente el abogado olivense Mariano José Ludueña al presidente Mauricio Macri, en una actitud que luego “se viralizó” (no a través de las redes sociales, sino en las oficinas de correo de la localidad).
Todas las misivales legales enviadas a Balcarce 50 tienen idéntica letra…
Punto 1
Emergencia inmobiliaria: una cosa es situar una cárcel de 1.000 reclusos en una ciudad de más de 100.000 habitantes como Villa María, y otra son 1.000 reclusos en una ciudad de 13.000 habitantes.
En la ciudad de Oliva, no hay casi casas para alquilar, hoy una casa de dormitorios se alquila en 3.800 pesos y si de repente se necesitaran 1.000 casas más, para empleados del servicio penitenciario federal, que ganan 22.000 pesos, los alquileres de esas mismas casas se dispararán arriba de los 8.000 pesos, y la gran mayoría de este pueblo vive con sueldos de 13.000 pesos, la gente humilde y trabajadora que es la mayoría, que le votó a usted, se verá afectada de una manera increíble.
No tendrán dónde vivir ni ellos ni los empleados del penal que usted piensa enviar.
Esta emergencia inmobiliaria tendrá un gran ganador que es el único interesado en la construcción de la cárcel que es el propio intendente Oscar Tamis, que es el dueño a través de fideicomisos o sociedades pantalla del 80% de los loteos de mi ciudad y de sus socios políticos el restante 20% y también es dueño del campo que estaría frente a la futura cárcel, el cual, hoy no vale mucho por ser un bajo constantemente inundado y por poseer agua arsenicosa, pero luego de la cárcel, algo más valdrá, al igual que los loteos que seguramente agotará a precios muy superiores a los actuales.
Punto 2
Emergencia sanitaria: 1.000 empleados del servicio penitenciario que serán ahora olivenses, con sus familias, serán 4.000 olivenses más, mínimo, pero… a) estamos en una emergencia sanitaria que se niegan a declarar a propósito, por carecer nuestra ciudad de quirófanos de alta complejidad y poseemos una sola clínica que no da abasto, debido al cierre de la otra que teníamos, no poseemos terapia intensiva ni siquiera aparatología de rayos X nítidas, y sobre todo b) no poseemos cloacas para la cantidad de loteos propios que ha habilitado el intendente.
Si bien la cárcel tendrá cloacas propias, no poseemos un sistema para la cantidad de gente que traerá la cárcel a Oliva ni los hospitales para atenderlos.
Punto 3
Violación a los derechos humanos: por otro lugar, en estudios oficiales efectuados de nivel de arsénico en agua, en la perforación que abastece al Hospital Neuropsiquiátrico Vidal Abal, se detectaron niveles de arsénico ocho veces superior al establecido como tope por la OMS, llegando a 0,9 g por litro, su nueva cárcel señor presidente, no dispondrá de agua potable, como hoy no disponen en el manicomio que allí funciona, que abastece a sus empleados con bidones de agua tratada.
Oliva capta agua subterránea del oeste y su cárcel federal, estará al este y extraerá el agua proveniente de las napas contaminadas de nuestra ciudad, lo que hará más peligroso su uso y consumo.
Usted y yo sabemos que el agua potable es un requisito indispensable para que dicha cárcel sea aprobada por la CIDH y por el protocolo de Naciones Unidas y su Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, situada en Palais des Nations 8-14, avenue de la Paix, CH-1211 Ginebra 10, Suiza a quien me he tomado la molestia de anoticiar de este tema en mi último viaje a Europa hace 10 días.
Por supuesto que el señor intendente municipal de Oliva no le ha dicho de estas emergencias y contaminaciones, quédese tranquilo y no se sienta mal por eso, a nosotros que le pagamos el sueldo tampoco nos dijo que quería traer una cárcel federal… imagínese a usted que no es de acá.
El gobernador Schiaretti seguro minimizará las emergencias enunciadas y la contaminación del agua, pero está muy apurado en sacarse el viejo y ruinoso Hospital Neuropsiquiátrico de encima y sus empleados públicos que seguramente serán recomendados para el penal y donde trasladarán los mismos vicios que destruyeron un hospital neuropsiquiátrico que muchos años atrás fue modelo en el mundo hoy destruido gracias al latrocinio y bandidaje.
Una cosa buena tiene la cárcel: ha unido a peronistas, radicales, kirchneristas, comunistas, ucedeistas y algunos macristas en un reclamo por un plebiscito para que el pueblo sea escuchado en este tema tan álgido en la historia de esta pequeña ciudad.
No se deje estafar señor presidente y por favor, si insiste en construir la cárcel, por favor, haga antes un plebiscito para ver si la mayoría de los olivenses la queremos. No olvide que es la misma mayoría que lo votó a usted como presidente y algunos más.
Averigüe en la Fiscalía de Oliva las denuncias que posee el intendente Oscar Tamis por presunta comisión de los delitos de peculado, negociaciones incompatibles con la función pública, enriquecimiento ilícito, en concurso con asociación ilícita y falsificación de instrumento público.
Causas N° 2373032, N° 2474809 y N° 2393156, fíjese si es el cambio que el pueblo argentino implora o si simplemente es más de lo mismo. Aprovecho para saludarlo con el mayor de los respetos señor presidente quedando a su disposición para lo que le sea menester.
“Su humilde ciudadano servidor”, saluda Ludueña y la decena de olivenses que ya lo acompañan en la incipiente “campaña”.