Inicio El Equipo Yrigoyen apagó el fuego sagrado del Canario

Yrigoyen apagó el fuego sagrado del Canario

0
Yrigoyen apagó el fuego sagrado del Canario

El Diablo venció 1-0 a Silvio Pellico y cortó la racha negativa sin victorias en cuatro enfrentamientos. Esteban Oliva fue el héroe de la tarde con un cabezazo estupendo

La boca llena de gol. Oliva (11) celebra su cabezazo y el 1-0, mientras Ciancio (4) lo sufre. El Diablo cortó la racha y buscará el pasaje en Silvio Pellico
La boca llena de gol. Oliva (11) celebra su cabezazo y el 1-0, mientras Ciancio (4) lo sufre. El Diablo cortó la racha y buscará el pasaje en Silvio Pellico

Escribe: Beto Arce

Yrigoyen golpeó primero en el juego de ida de cuartos de final y mira la revancha con un poco de oxígeno. Pese a que no mostró superioridad ante un complicado rival como el Deportivo Silvio Pellico, se impuso por la mínima diferencia, factor que le permite sostener al menos un gol de ventaja para el juego decisivo en condición de visitante.

Con un golazo de Esteban Oliva, el equipo conducido por Gustavo Miranda trabajó mucho para arribar a la victoria, en un compromiso que pintó difícil desde la previa (un empate y tres derrotas en los últimos enfrentamientos), como así también desde el minuto 1.

Dio la sensación de que Silvio Pellico jugó por momentos con algo más de vehemencia esta instancia definitiva, situación que por momentos casi lo pone arriba en el marcador, por méritos propios y permisos que le dio el rival. Yrigoyen está dotado de jugadores que pueden marcar la diferencia y desnivelar en cualquier momento (Nieva, García, Morre, Guzmán y Oliva), pero tardó demasiado tiempo en plasmar ese toque distintivo que le hizo ganar encuentros claves en la primera ronda. Por lo contrario, el Canario intentó romper ese esquema con mayor presencia que fútbol y lo logró. Cortó los circuitos productivos y, aunque sin ser arrollador, ganó terreno y pudo haber marcado goles.

Recién a los 21’ llegaría la primera situación concreta. Morre ejecutó un córner preciso y Pucho Peralta metió un cabezazo cómodo que salió apenas desviado del arco de Oliva. La respuesta se dio a los 33’, cuando González desperdició un mano a mano increíble tras un perfecto pase entre líneas de Morales. Sobre los 36’ Depetris mandó por arriba un tiro libre, y sobre los 40’ el propio Diente casi manda la pelota al fondo de su propia valla en un intento defensivo, pero Pauletti estuvo atento para tomarla cuando se “colaba”.

Hasta aquí, un encuentro con demasiado desorden y estudio entre ambos. Muchos gritos de simulación, aunque también hubo algunas piernas fuertes, lo que provocó ciertas confusiones fallos del juez. Cuando los jugadores no colaboran es más complicado.

En el complemento, Yrigoyen mostró otra actitud más comprometida y salió en búsqueda del gol. A los 4’ probó con remate de Oliva que no se fue lejos; pero a los 9’ Ibáñez ganó en lo alto tras un tiro libre de Demarchi y la pelota casi se mete en el arco de Pauletti. Clarísima fue la que tuvo Salas de zurda en un cara a cara con el “1”, aunque su remate no fue concretó y el equipo de Ramos desperdició una de las mejores con las que contó.

Pero a los 20’ el partido se quebraría definitivamente a través de un golazo. Morre se hizo cargo del tiro libre y lo ejecutó a la perfección, ubicándola lejos de los defensores, posición en la que se encontraba Oliva, quien conectó un frentazo espectacular que superó al arquero canario, con quien había chocado fuerte en la acción anterior y a punto estuvo de dejar la cancha. Golazo y a guardar: 1-0.

Silvio Pellico sintió el impacto, porque venía jugando bien e incluso había generado las más claras de la tarde, pero el fútbol premia a quien convierte e Yrigoyen sacó provecho de las acciones más pensadas, como la pelota detenida.

Morre mandó un nuevo centro en un tiro libre para Depetris, quien cabeceó con fuerza aunque Oliva no dio rebote. Pero a los 35, Quiroga pifió en el cierre y le sirvió un mano a mano Morales que con remate potente exigió a Pauletti, que respondió ante el quemarropa al pecho.

Quedó tiempo para que Oliva mandara a un nuevo córner un intento de gol olímpico de Morre y de que Depetris pudiera aumentar a través de un tiro libre.

Ganó Yrigoyen porque aprovechó su momento y cuidó el resultado. Perdió Silvio Pellico porque durmió en el gol y no supo capitalizar las situaciones que dispuso. El domingo, seguramente será otra historia.

 

La figura: Esteban Oliva

Estuvo rápido e imprimió vértigo en pasajes donde fue protagonista. Anotó un golazo de cabeza y previamente había dado señales de pedir el cambio por un golpe. Luego creció en presencia y se erigió como el mejor de un juego, que careció de luces. En la visita, Morales corrió todo el partido y salió exhausto.

 

El árbitro: Lucio Mansilla

Dirigió siempre de cerca, pero sin embargo dejó pegar demasiado. El partido no fue violento, aunque sumó muchas infracciones y sólo mostró tres tarjetas amarillas, pareciendo que “se quedó corto”. Regular actuación.