
La llegada del presidente Mauricio Macri a Hernando congregó a mucho público y autoridades de diversos municipios de la región. La soleada jornada lo tuvo junto al gobernador Schiaretti y al intendente anfitrión bailando una cumbia de Gilda: “No me arrepiento de este amor”

El presidente de la Nación, Mauricio Macri, encabezó actos en las ciudades de Las Varillas (primero) y luego en Hernando, marcando el inicio de la Fiesta Nacional del Maní, que esta noche tendrá su gala en la plaza céntrica.
Cerca de ese mismo escenario, en la esquina opuesta (Italia y Colón), centenares de personas se fueron apostando, esperando a media mañana la llegada del mandatario.
De aquí para allá
Macri, que llegó en un avión de la Fuerza Aérea Argentina (T–10), y el gobernador Juan Schiaretti se encontraron en el Aeropuerto regional de Villa María. En un breve intervalo, mandatarios nacional y provincial se entrevistaron con el intendente de Villa María, Martín Gill, y la legisladora Nora Bedano. Nada se supo de ese encuentro. Luego Macri y Schiaretti volvieron a la pista, abordaron un helicóptero de mayor envergadura y partieron rumbo a Las Varillas, donde participó de la entrega del tractor 15 mil de la empresa recuperada Pauny SA (conformada luego de la crisis de 2001 por sus trabajadores, jerárquicos y concesionarios).
Garrapiñada
Alrededor de las 11 llegó a Hernando. La comitiva encabezada por el presidente arribó al predio del ferrocarril y a pocos metros de allí fue a saludar a Alicia y Juan (en un marco tipo set televisivo), que comprenden un pequeño emprendimiento de elaboración de garrapiñadas, “La Campiña” (la que se encargó de promocionar más tarde en la mitad de su discurso). Finalmente llegaron a la plaza.
Frente al edificio del Instituto La Santísima Trinidad, se montó un minúsculo palco, un vallado aquí y otro allá, corralito para autoridades y otro para la prensa.
Los vecinos recibieron vitoreando y al coro de “sí se puede” al ingeniero, que recorrió el perímetro recibiendo el afecto y saludando a paso lento a quien le estrechara una mano o le solicitara una foto. Ese vínculo animó el baile y el presidente apenas si dudó hasta que el sonidista ofició de musicalizador y a pesar de cierta limitación rítmica, Macri bailó la cumbia de Gilda “No me arrepiento de este amor”, junto al justicialista gobernador Schiaretti (UPC-PJ) y al intendente Bottasso (UCR).
“Un soldado”
El presidente fue el tercero en hacer uso de la palabra. Primero el mandatario anfitrión dio las bienvenidas y agradeció las presencias de ministros nacionales y provinciales, pares de municipios y comunas de una amplia región. Destacó que se trató de la primera vez que un presidente en ejercicio llega a la ciudad y que “de cada diez ciudadanos hernandenses, casi nueve estuvieron apuntando y apuntalando este nuevo país que queremos ver los argentinos”. Sostuvo que “después de 60 años logramos la fiesta de todos, con todos y para todos”, en referencia a la 61º edición de la celebración Nacional del Maní que esta noche tendrá su velada de gala en la plaza céntrica con organización de la Municipalidad, y las actuaciones centrales de Axel y Los Manseros Santiagueños, además de la coronación de la nueva soberana.
“Sepa que tiene aquí un soldado. Alguien que interpreta para el trabajo en conjunto” dijo mientras recibió una cuasi ovación del público. Y redobló la apuesta: “…E invito al gobernador Schiaretti para esta transformación en conjunto”.
“Vamos juntos…”
A su turno, el titular del Ejecutivo provincial recordó que “Córdoba produce el 90% del maní de todo el país, por eso se trata de una economía regional”.
“Usted le sacó el pie de encima al campo y el campo comenzó a producir”, afirmó en tono de elogio, y repasó aquella frase tan repetida durante el enfrentamiento con el Gobierno que encabezaba Cristina Fernández durante el “conflicto del campo”: “Cuando al chacarero le va bien, no se lleva la plata afuera si no que la invierte en su tierra”.
“Vamos por las 71 obras de cloacas para pasar en el territorio cordobés de 53% al 80%. Más tarde firmamos por Hernando con una inversión de 22 millones de pesos, porque tenemos el respaldo del Gobierno nacional, lo que permitirá otras obras viales, como el subnivel (ya en ejecución), con otra partida de 24 millones de pesos más”, comentó Schiaretti.
También remarcó que “la mejor política social es la de generar empleo”, y justificó que “debe ser acompañada de programas como los 28 créditos Vida Digna por 25.000 pesos cada uno que se entregan hoy (por ayer) en Hernando”. En ese sentido, mencionó que los acuerdos firmados la semana pasada por la deuda de la Caja de Jubilaciones son “sólo un ejemplo de lo que se consigue con el diálogo. Gracias al diálogo dejamos atrás algunas turbulencias y hay que evitar grandes turbulencias, cuidar entre todos. Se acabó la política de esperar que al otro le vaya mal y poner palos en la rueda. Vamos juntos, porque juntos vamos a llegar a la Patria con la justicia social, esa que nos merecemos”.
Desde el cántico
Macri recordó que en la ciudad de Córdoba se inició la frase de campaña «sí, se puede» que, dijo, se convirtió en una «ola por todo el país y hoy está más fuerte que nunca».
El presidente Macri reivindicó, en la sexta visita a Córdoba desde que inició su mandato, las quitas en las retenciones al sector agrícola al sostener que había que «sacarle la pata de encima al campo» y calificó de «estúpido» al conflicto de 2008 entre la gestión kirchnerista y el campo, al que definió como «el sector más potente que tiene la Argentina».
En el acto, el mandatario nacional aseguró que la «serie de medidas» adoptadas fueron «para sacarle la pata de encima al campo» y defendió las decisiones tomadas en favor de «las economías regionales, que incluyen al maní, devolviéndole los impuestos cuando exportan».
«Queremos exportar más y más productos con valor agregado, que tengan trabajo argentino», remarcó Macri, en la Capital Nacional del Maní, distante 65 kilómetros de Villa María.
«Queremos estar cerca de cada uno de ustedes, entender qué es lo que necesitan», sostuvo el mandatario.
Dijo además que “cada día debe haber más valor agregado” y propuso “que el trabajo argentino llegue al mundo”. “Creo en ustedes. Estoy convencido de lo que son capaces de hacer. Por ahí pasa el futuro. No depende de un presidente ni de ningún gobernante. Depende de ustedes. Hemos dicho se acabó. Todos estos chicos van a ser protagonistas. Estamos juntos en esto”.
El coro de “sí, se puede” volvió a surgir de los presentes (y de los parlantes) y Macri emprendió su retirada saludando a cada uno a su paso. A un grupo de docentes ubicadas en bancos de la plaza, Schiaretti también estrechó su mano, más tímidamente (los trabajadores de la educación están exigiendo la reapertura de paritarias salariales), pero obtuvo buena respuesta.
En Pauny

En su paso por Las Varillas, Macri definió como «estúpido” el conflicto con el campo en 2008 a raíz de un esquema de retenciones móviles a la soja y al girasol implementado desde la gestión kirchnerista de Fernández, que provocó luego un paro agropecuario de 130 días.
En la planta varillense, el presidente encabezó el acto de presentación del tractor número 15.000 fabricado por la firma Pauny, a cuya establecimiento ingresó manejando una unidad que le fue entregada a un productor agropecuario.
«Esperemos que cada vez le agreguemos más valor a las cosas que somos capaces de producir”, expresó. El mandatario estuvo acompañado por el gobernador Schiaretti, el titular de esa empresa, Raúl Giai Levra; el intendente Daniel Chiocarello, legisladores nacionales y provinciales, así como técnicos y operarios de esa planta e invitados especiales.
“Me quiero sumar a la felicitación de lo que se logró acá. Era fácil buscar culpables, abandonar y enojarse con la crisis de 2001; sin embargo, cuando todos lograron sentarse alrededor de la mesa y escucharon un sabio consejo, armaron de vuelta esta empresa poniendo todas las fuerzas que se necesitan: el resultado es éste, maravilloso”, afirmó el presidente.
En ese marco, destacó “haber logrado superar ese momento» e, incluso «construir algo con suficiente robustez» que permitió también superar «el conflicto estúpido que tuvimos en nuestro país entre un Gobierno (anterior) y el sector más potente que tiene la Argentina, que es el campo”.
Durante su discurso, indicó que “Pauny tiene un rol muy importante para cumplir”, en un contexto en el que “el campo se pone definitivamente en marcha”, y subrayó que, en esta nueva etapa, el Gobierno espera que «cada vez sea a mayor velocidad» y que «cada vez le agreguemos más valor a las cosas que somos capaces de producir, como materias primas de calidad”.
Con humor, comentó además que al subir al tractor con el que había ingresado a la firma sintió «los nervios del copiloto, que creía que no iba a saber manejarlo», y dijo esperar ver «tractores de Pauny por todo el mundo».
Schiaretti resaltó que los trabajadores pudieron sacar adelante una “empresa que estaba fundida”. En 2001 la firma “tenía 220 compañeros trabajadores y hoy son más de 500”, apuntó en referencia al crecimiento de la planta fabril. “Pauny es el ejemplo que tenemos que tomar en toda la Argentina”, agregó.
Satisfacción

Por su parte, Giai Levra elogió la gestión presidencial al afirmar que permitió la reactivación del sector.
En la oportunidad, la firma entregó su tractor 15.000, hecho que fue celebrado por su titular Raul Giai Levra. “Venimos liderando el mercado de tractores de los últimos tres años, compitiendo con las marcas internacionalmente reconocidas. Nuestro crecimiento fue acompañado por una mayor integración y por incorporación de tecnología. No es fácil, la tecnología siempre significa inversión y las fábricas siempre son fuentes de inversión”, acotó.
El festejó contó también con la presencia del intendente Daniel Chicarello, el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó; el ministro de la Producción de la Nación, Francisco Cabrera; y muchos más.