

El 16 de noviembre se cumplirán diez meses de la detención de la dirigente de la Tupac Amaru, Milagro Sala. Desde esa fecha, organismos nacionales e internacionales han pedido su liberación, considerando su arresto arbitrario y sin fundamento jurídico.
«Es una presa política», expresó Roberto Battaglia en diálogo con EL DIARIO.
El exdirigente gremial, junto con Oscar Mengarelli, de ATE, miembros de la CGT, militantes de La Cámpora, la organización Las Juanas y particulares que se han acercado, están conformando el Comité por la Libertad de Milagro Sala Villa María.
«Nos sentimos con la obligación de llevar adelante acciones que permitan esclarecer lo que ha sido la obra de Milagro Sala, mostrar su obra. Es una mujer que construyó bienestar, educación y salud para miles y miles de jujeños. A partir de mostrar la obra, pedimos la libertad urgente. Exigimos que el Gobierno responda al pedido de Naciones Unidas», manifestó Battaglia, al ser consultado sobre cuáles son los objetivos que se han planteado con el comité.
«Invitamos a todas las organizaciones populares a participar y a todo el que se quiera sumar. Nos estamos juntando todos los martes en el Centro de Empleados de Comercio», detalló.
Visualizar la obra
«Tenemos toda la obra de Sala documentada», manifestó Battaglia y agregó: «Tenemos varias sugerencias sobre cómo llevar adelante el objetivo que nos hemos propuesto, sobre todo de parte de los jóvenes».
«Los jóvenes tiene un manejo de la comunicación superior al nuestro, ellos vienen planteando cuestiones que tengan que ver con la cultura, con el arte, con la visualización de esto por distintos medios, en zonas con importante acceso del público como la Peatonal, la costanera. Yo tengo confianza en que son estos jóvenes quienes carguen con el mayor peso de la difusión de la obra de Sala en Jujuy», expresó.
Violencia Institucional
«Realmente es una preocupación lo que esta ocurriendo, en términos de violencia institucional. La represión a la murga en Buenos Aires, agredir a chicos de 8 años, lo de los chicos a la Garganta Poderosa, la represión en Jujuy a los trabajadores del Ingenio Ledesma. Estamos viviendo un proceso represivo como hacía muchos año no veíamos. Lo peor es que está empezando y Milagro Sala es la máxima expresión de eso», dijo.
«Hoy tiene un agravante. Además de todas las voces que se le levantaron en el país pidiendo la libertad de Sala, las Naciones Unidas han pedido su libertad», agregó.
El Grupo de Trabajo de Naciones Unidas dictaminó que «la detención de la señora Milagro Sala es arbitraria» y por ello solicitó mediante un comunicado «al Gobierno de la República Argentina liberarla de inmediato».
Para Battaglia, la mayor preocupación recae en el peligro que implican estas acciones desde el Estado: «Es que uno sabe cuándo empiezan estas cosas, pero no cuándo terminan; ya lo vivimos a esto. Incluso hay otros síntomas, como, por ejemplo, demonizar a distintos sectores de la juventud. Además de la Tupac Amaru se demonizó a La Cámpora, que podemos compartir o no sus ideas, pero no marcarlos del modo en que se los marcó».
«Esto lleva a la instalación de la violencia, a la violencia de arriba que engendra una violencia de abajo. Es bueno salir a denunciar esta violencia institucional.
Este ‘diálogo’ que todavía dicen mantener, es porque no tienen mayoría legislativa. Si el año que viene alcanzan esa mayoría, se acabó el diálogo y la violencia va a ser el arma permanente para tratar los conflictos sociales», puntualizó.
«Libertad urgente»
«Morales estuvo en los peores gobiernos de este país. No le perdona a Milagro Sala, que siendo pobre, india y negra haya hecho todo lo que hizo. Yo estuve ahí, vi la obra de Sala. Ella hizo un barrio, donde hay escuelas, centros de salud y hasta una pileta para los pobres. También visité un centro recreativo, donde iban cientos de chicos a jugar y educarse. Estuve en un colegio secundario y en el mismo edificio funcionaba una radio, consultorios médicos y odontológicos. Todo eso los pobres no lo merecen, según este Gobierno», expresó e hizo hincapié en que Sala es una «presa política».
«No se puede sostener desde un punto de vista jurídico y legal su detención. Si hubiera fundamentos sería una presa común y sería más difícil pedir por su libertad. Sus causas no ameritan la detención», enfatizó.
«Este Gobierno de ricos necesita contener a los pobres y como no lo puede hacer con políticas, lo va a hacer con palos», finalizó.