En el “octubre negro”, llamado así por el número de femicidios en el país, se realizaron 161 denuncias por violencia familiar en la región. Crece el número de agresiones bajo la influencia de drogas y alcohol
Las cifras apenas alcanzan a dimensionar los dramas de violencia familiar que se viven en centenares de casas en esta ciudad y la zona. En octubre, el mes que hubo marchas en todo el país repudiando la agresión hacia las mujeres como única respuesta social al creciente número de víctimas, a los Tribunales de Villa María llegaron 161 denuncias, es decir, más de cinco hechos diarios.
No se trata sólo de violencia hacia la mujer -aunque son la mayoría- sino que también entre las víctimas hay niños y ancianos.
Los datos surgen del relevamiento que realizan mes a mes el Juzgado de Juventud, Niñez, Violencia Familiar y Penal Juvenil de Villa María, adonde llegan todas las denuncias que se presentan en los juzgados de paz de la región, las fiscalías o en la Unidad Judicial de esta ciudad.
Un dato llamativo es el aumento de la influencia de drogas y alcohol en los hechos de violencia. En el mes de octubre, del total de los casos hubo 65 en los que los estupefacientes estuvieron presentes como agravantes del nivel de agresividad. Es decir, el 40%.
Como medidas dispuestas en la Justicia, se señala que en 27 hechos, se apartó al violento del hogar; mientras que en 87 casos, se ordenó la prohibición de acercamiento.
Entre las “víctimas colaterales” de estos hechos están los menores. En octubre, fueron 56 los niños que presenciaron o sufrieron hechos de violencia de parte de sus mayores.
En cinco hechos el agresor utilizó un arma de fuego y en dos, un arma blanca.
Por otra parte, por la peligrosidad del agresor, hubo tres víctimas a las que les entregaron un botón antipánico.
Pueblo por pueblo
Del total de los casos, 113 ocurrieron en Villa María y 30 en Villa Nueva.
Hubo seis en Las Perdices, cuatro en James Craik, tres en Etruria, uno en La Playosa y la misma cantidad en Arroyo Cabral, Ticino, La Laguna y Luca.
