El sistema educativo en el análisis de un experto del radicalismo. ¿Hay diferencias entre los conocimientos de un alumno de la escuela pública y uno de la privada? Las salas de 3 años. La “libertad de cátedra” y mucho más

“Preguntémosle a la maestra de primer grado si es necesario o no el jardín de 3 años. Ella distingue bien quién hizo el jardín y quién hizo más años en el jardín, por cómo el niño encuentra su lugar en el aula, como entiende los roles… Tenemos que ir hacia la obligatoriedad de la sala de 3 en todos los ámbitos”, comentó el especialista Carlos Alejandro Cebey, quien entre otros cargos en el área se desempeñó como consejero general de Educación en la Provincia de Buenos Aires hasta el año 2006.

Su idea sobre la importancia de las salas de 3 años en jardines se dio durante una entrevista que Cebey concedió a EL DIARIO, en la previa de una actividad desarrollada por la conducción del comité de circuito Villa María de la Unión Cívica Radical, que encabeza Marcelo Barotto, en su decisión de relanzar el partido de Leandro Alem, Hipólito Yrigoyen, Arturo Illia, Ricardo Balbín y Raúl Alfonsín.

Para Cebey, un militante del radicalismo bonaerense en tiempos de la sangrienta dictadura y la primavera alfonsinista, se hace necesario revisar el sistema educativo en general y en particular, “porque los resultados de los saberes adquiridos dejan mucho que desear”.

La enseñanza pública y la privada

Ante la consulta de si en esos resultados observa diferencias entre los alumnos de las escuelas públicas y los que asisten a establecimientos privados, respondió que “no”.

“A la hora de las mediciones es casi parejo. La única ventaja que tiene el alumno de la escuela privada es que sus maestros y profesores no hacen paro. Pero, cuando egresan, son casi iguales”, abundó.

El avezado educador comentó más adelante que “ya se ha pasado un año de gestión (de gobierno de la alianza que integra su partido con el PRO y la CC, entre otras fuerzas), y en el próximo año, 2017, deberían empezar a hacerse las modificaciones necesarias, que tengan en cuenta al menos tres cuestiones básicas”.

Tres ítems

Y a continuación citó, en primer lugar, “la formación de los maestros”. En segundo lugar, el fortalecimiento de la escuela primaria, porque lo que no se aprende en la primaria no se aprende más, dado que es en esa etapa cuando se pasa del pensar concreto al abstracto. En tercer lugar habló de “la extensión de la escolarización” y el mencionado paso hacia la obligatoriedad de la sala de 3 años en los jardines, “porque está comprobado científicamente que el rendimiento escolar mejora más si el pibe hizo el jardín”.

Fue cuando propuso: “Preguntémosle a la maestra de primer grado si es necesario o no el jardín de 3 años. Ella distingue bien quién hizo el jardín y quién hizo más años en el jardín, por cómo el niño encuentra su lugar en el aula, como entiende los roles…”.

En otro orden, sostuvo que también se debe revisar el trabajo en el aula y los regímenes de evaluación, promoción y asistencia.

La contención, el aprendizaje y la “libertad de cátedra”

Cebey consideró además que la situación social “no permite decir que haya que salir de la contención, pero sí podemos decir que debemos recuperar el aprendizaje”.

Al ser consultado acerca de experiencias innovadoras aplicadas por docentes de la ciudad (y divulgadas en las páginas de EL DIARIO), como el caso de alumnos que abordan problemáticas sociales a través de letras acompañadas de música de rap, o el de un profesor que por la misma vía consigue buenos resultados de aprendizaje en su materia, el especialista puso sobre la mesa el Decreto 22/99 de la Provincia de Buenos Aires, referido a la “libertad de cátedra”.

El mismo establece que “cada docente tiene la libertad de optar por la teoría o la práctica que considera más apropiada para ampliar el conocimiento de su alumno o de sus alumnos”.

“Esta experiencia que usted me comenta de Villa María a lo mejor se puede aplicar en tal escuela y no en tal otra, pero no descartaría porque sí las experiencias innovadoras”, profundizó.

Y sentenció finalmente: “Al fin y al cabo, el sistema educativo es como aquella idea de capas geológicas, sólo que con modas pedagógicas superpuestas. Así, a mucho de lo mejor que acontece en el ámbito educativo, te lo da la antigüedad, la experiencia del docente”.

S.V.