
El árbitro FIFA que dirigirá la final del domingo habló con EL DIARIO y recordó cuando hizo el curso nacional en la ciudad. También sostuvo que pitar un partido entre desconocidos para él “obliga a no entrar relajado”

Venir a Villa María y moverse por Plaza Ocampo no será extraño para Silvio Trucco.
El árbitro FIFA que fue elegido para pitar en la primera final del fútbol local, entre Argentino y San Lorenzo, no sólo dirigió un par de veces en la “Placita”, sino también trabajó para dar un salto en su carrera.
“En Villa María empecé el curso de árbitro nacional en 2005 y me recibí en 2007; en Plaza Ocampo íbamos a hacer las prácticas con los profes y luego también tuve la oportunidad de dirigir, así que te podría decir que ahí tuve sufrimientos y alegrías”, recordó ayer el referí, con una sonrisa, cuando fue consultado por EL DIARIO sobre la historia particular que tiene con esta ciudad.
Claro que como casi todos los árbitros que llegan desde el interior a la cúspide del fútbol argentino, Trucco (nacido el 18 de abril de 1978) tiene una historia particular en diferentes lugares del país, ya que debió recorrer muchos kilómetros para hacerse de un lugar en Primera división.
Todo comenzó en Rafaela, su lugar de nacimiento.
“A los 23 años empecé a dirigir en la Liga Rafaelina y me perdí de hacer rápidamente el curso siguiente porque necesitaba 20 partidos y me faltaba uno”, recordó.
A pesar de ello, Trucco la siguió remando y desde 2005 a 2007 viajó seguido a la ciudad para seguir el camino del referato hacia un nivel nacional, en el curso que precisamente se dio en la Universidad Nacional de Villa María.
Es por ello que para él no son ajenos los nombres de “Angel Torroela, que me ayudó en este oficio; Diego Gallo, que es un amigo, y Claudio Aldecoa, que también es un compañero”.
“Particularmente tengo buena relación con los colegas”, expresó.
Desde que se recibió de árbitro nacional Trucco remarcó: “Estuve dos años entre Argentino B y Argentino A, esperando la oportunidad que se me dio en 2009, cuando entré en la plantilla de AFA”.
El destino quiso que su debut en Primera división sea también en el interior del país, en 2011, cuando dirigió Godoy Cruz 3 – Newell’s 1, en Mendoza.
Dos años después se convirtió en árbitro internacional de FIFA, condición en la que dirigió hasta un superclásico River-Boca, por Copa Sudamericana.
“Con respeto”
El pasado miércoles Trucco estuvo como cuarto árbitro en Formosa, el encuentro Rosario Central 2 – Belgrano 0, por Copa Argentina, y anoche le tocó dirigir Quilmes-Sarmiento, por Primera división.
El domingo llegará a Villa María para Argentino-San Lorenzo, a las 19.30, en una final que él respeta bastante.
“Para un árbitro siempre es muy bueno tener la posibilidad de dirigir una instancia decisiva”, apuntó.
“Trato de tomar todos los partidos con mucho respeto y sobre todo este tipo de partidos donde los jugadores, en muchos casos, no cobran, dejan su trabajo habitual o su familia para ir a entrenar y esperan coronar todo ese sacrificio de un año en una o dos finales”, expresó.
“Después, el error siempre existe, en cualquier partido, porque somos humanos, pero uno trata de hacer todo con profesionalismo y con la seriedad de siempre”, añadió.
Pasar de “Teo” Gutiérrez y Juan Carlos Olave a jugadores conocidos sólo en nuestra región no debe ser sencillo tampoco para el árbitro. Sin embargo, Trucco desmitificó aquello de la distancia entre unos y otros.
“Cuando dirigí en el Argentino A y el Argentino B me pasaba esto; yo iba un domingo a una ciudad y, más allá de dos o tres referentes de un plantel, casi todos eran jugadores desconocidos, entonces es algo que me tocó en gran parte de mi vida”, indicó.
En ese contexto, resaltó que “dirigir a esos jugadores que uno no sabe cómo van a manejarse, obliga también a no entrar relajado y mantenerse concentrado”.
Más allá de esto, Trucco dio muestras de su profesionalismo y reveló que estuvo leyendo en EL DIARIO, a través de Internet, las declaraciones que hicieron los presidentes de Argentino, Mario Cortez, y de San Lorenzo, Gerardo Bartolini, en busca de un partido en paz.
“Día a día”
Tanto a nivel internacional como en partidos de menos trascendencia Trucco sabe que rinde examen de cara al futuro.
“Uno se prepara siempre para el próximo partido, las metas de un árbitro deben ser éstas, rendir en el día a día es la manera más fácil de competir por un lugar”, manifestó el rafaelino, que sueña despierto en el referato desde hace más de 15 años. Y el domingo volverá a un lugar que lo vio crecer con esos sueños.