Con la organización de la Red de Museos de Punilla, se está desarrollando en aquel valle de las sierras cordobesas la segunda edición de la llamada “Tarde-noche de los museos”. Una idea surgida el año pasado que ha dado buenos frutos, y que durante este diciembre busca volver a acercar locales y turistas a los ámbitos del arte, la historia y la cultura en general, a través de diferentes muestras ofrecidas por los emprendimientos participantes. En todos los casos, con entrada libre y gratuita.

En concreto, la serie de eventos comenzó ayer, pero será durante los dos próximos fines de semana que exhibirá lo mejor del cartel. Una serie de actividades que incluye visitas guiadas, exposiciones, muestras artísticas, proyecciones, desfiles y, sobre todo, mucha música, con variedad de conciertos en las distintas salas participantes.

Todo, y como el nombre de la cita bien lo indica, durante las tardes y noches de algunas de las localidades más emblemáticas de Punilla. Ese precioso valle que en un sentido sur-norte se extiende desde las inmediaciones de Córdoba capital, siempre con la cadena de las Sierras Chicas como guía (se podría decir que el “nacimiento” del circuito se sitúa en los alrededores del dique San Roque y Villa Carlos Paz, extendiéndose hacia el oeste hasta Cuesta Blanca, y hacia el norte allende Capilla del Monte, casi llegando a los llanos de Cruz del Eje).

En esta segunda edición, que volverá a tener actividades del viernes 9 al domingo 11 y del viernes 16 al domingo 18 del corriente, participan formalmente casi 20 museos de las localidades de Capilla del Monte, La Falda, Villa Carlos Paz, Cosquín, San Marcos Sierras, Los Cocos, San Esteban, Villa Giardino, Vialet Masé y Valle Hermoso.

Grilla

Viernes 9: Museo Expoacuario (Villa Carlos Paz): recorrido por el expoacuario (de 18 a 21).

Sábado 10: Museo Municipal Juan de Zeballos (Valle Hermoso): concierto de folclore y exposición de artes visuales (18 a 20.30)

Museo de Arte Luis J. Pisano (San Marcos Sierras): visita guiada al museo (de 9 a 12 y de 15 a 18).

Domingo 11: Museo Rumi Huasi (San Marcos Sierras): recitales de folclore y candombe (de 19 a 23)

Casa Municipal (Villa Giardino): muestra fotográfica “Orígenes de Villa Giardino, Estación Thea” y exposición de “Arte Gapi”, a cargo de artistas plásticos independientes del pueblo (de 16 a 22). También, concierto de guitarra del músico Galo Oliva (a las 19)

Viernes 16: Museo Quedúo, Hotel Edén (La Falda): festival de cortos y proyección de películas (de 14 a 18).

Museo Histórico (Capilla del Monte): muestra de herramientas antiguas (de 18 a 20).

Sábado 17: Museo del Deporte Pierre de Coubertin (La Falda): coro municipal local y proyección del documental “La Fiesta de los Pueblos” de la cineasta alemana Leni Riefenstahl (a las 19).

Museo Hippie (San Marcos Sierras): Noche Psicodélica, con actividades varias y Desfile de Moda Hippie (desde las 20). Luego, recital de la banda de rock “Borrachos Conocidos” (a las 23) y “Baile a GoGo”.

Domingo 18: Museo La Loma (Los Cocos): noche de museo “La Loma se Muestra”, con espectáculo de teatro y música (a las 19.30).

Futuro Museo de San Esteban, Centro Cultural (San Esteban): Museo Peronista Itinerante (desde las 18) y espectáculo teatral-musical (de 20 a 21).

DONDE Una decena de localidades del  Valle de Punilla.

CUANDO Del viernes al domingo próximos y del viernes 16 al domingo 18 de diciembre.

RUTA alternativa -Muralla en chino

Por el Peregrino Impertinente

Los chinos inventaron el papel, la pólvora, la imprenta, la seda, los fideos, la brújula, el compás y los supermercados donde uno pregunta “¿está fresco el jamón cocido?” y los dueños te miran como si les hubieras consultado que ruta hay que tomar para llegar a Mordor.

Con tantas creaciones en el lomo, ¿cómo no iban a ser ellos los autores de la construcción más grande y extensa del mundo mundial?

Hablamos de la Gran Muralla China, una excepcional obra de la ingeniería, la albañilería y la nitrogriselibilirrubina que se extiende en el sector norte del gigante asiático, a lo largo de 21 mil kilómetros. Casi la misma distancia que recorrió Mascherano durante el último Mundial, antes de mirarlo a los ojos a Romero y decirle “hoy te convertís en héroe”, provocando que el aquero tenga que buscar en el diccionario la palabra “héroe”, además de “fútbol”, “manos”, “reflejos”, “vista”, “capacidad motriz”, etcétera.

Cuentan los libros (“¿Qué es eso?”, dijo el Mauri) que la monumental estructura nació por partes en el siglo V antes de Cristo, de la mano de distintos pueblos de la región atemorizados por los ataques mongoles. Pero fue recién en el año 200 a.C que la cosa tomó forma, cuando las distintas porciones de los muros empezaron a ser conectadas por Qin Shi Huang, el primer emperador de China, capo di tutti capi. “Nunca nadie la tuvo más larga que yo”, se jactaba el patrón de la dinastía, y en esa época tenía razón: bajo su mandato, la muralla llegó a medir más de cinco mil kilómetros.

Tras ello no habría demasiado movimiento hasta que llegó la Dinastía Ming, y a partir del 1300 comenzó a darle nuevos bríos al proyecto. Entonces, se colocaron más piedras, más torres de vigilancia, más puertas, más almenas y más muertos en torno a las construcciones. Eran los mismos obreros, que caían como moscas y por millones ante semejante esfuerzo. “¿Vieron? Y después dicen que nosotros somos unas bestias insensibles”, dicen los empresarios inmobiliarios contemporáneos, mientras se comen una cebra.