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En el primer día de remate vendieron todos los bienes

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En el primer día de remate vendieron todos los bienes
El segundo remate judicial tras la quiebra de la firma que perteneció a Pablo Roggia tuvo un buen marco de asistentes interesados en lo que se ofrecía

Durante la jornada inicial de la subasta judicial de los muebles, maquinarias, computadoras, útiles y accesorios incautados a la malograda empresa se recaudó un promedio de 350 mil pesos. Durante la jornada de hoy y mañana se ofrecerán elementos de más valor en el Salón de Usos Múltiples de la Cooperativa Comunicar

 

El segundo remate judicial tras la quiebra de la firma que perteneció a Pablo Roggia tuvo un buen marco de asistentes interesados en lo que se ofrecía
El segundo remate judicial tras la quiebra de la firma que perteneció a Pablo Roggia tuvo un buen marco de asistentes interesados en lo que se ofrecía

La apertura del segundo remate judicial de los bienes incautados a la empresa Planeta Aberturas que quebró sorpresivamente durante febrero tuvo un comienzo positivo, ya que fueron vendidos los 131 lotes de muebles, maquinarias, útiles y accesorios ofrecidos en la etapa inicial de subasta (fijada por el juez Fernando Flores), que se desarrolla hasta mañana en el Salón de Usos Múltiples de la Cooperativa Comunicar.

“Se remataron todos los lotes, recaudándose un promedio de 350 mil pesos. No quedaron lotes sin vender, que era uno de los objetivos de la actividad”, explicó el letrado designado por la Justicia para tramitar las demandas, Ariel Kohan.

“Ahora quedan dos días de remate, donde queda el grueso de la materia prima. Son lotes de perfiles agrupados homogéneamente, aberturas en proceso”, precisó el síndico.

“La idea es recaudar la mayor cantidad de dinero para luego armar un proyecto de distribución entre los damnificados por la quiebra”, sostuvo Kohan.

Respecto a cómo se desenvolverá el proceso de reparto, el consultado por este matutino respondió: “Los primeros que tienen que cobrar las acreencias son los acreedores laborales que no cobraron las indemnizaciones todavía y a partir de ahí ver cuál será el orden de preferencia”.

“Mañana (por hoy), a partir de las 9, los interesados pueden llegarse al remate con su DNI. Aquellos que compren en consignación, en nombre de una empresa, deben traer los datos de la firma a la que representan”, señaló el titular de la Sindicatura de la quiebra de la empresa.

Los compradores deben abonar en el momento de la compra el 10% más comisiones e impuestos de lo que adquieran. El resto será depositado en una cuenta bancaria y con esa boleta de depósito el adquirente podrá obtener un turno para retirar la mercadería, lo que se concretará dentro de los 10 días siguientes a la fecha de la compra.

Se estableció también que la base para los bienes muebles es de 200 pesos y para las maquinarias, de 500 pesos.

 

Buen balance

“El balance de la primera jornada es exitoso, todo lo que fue puesto a consideración fue adquirido por empresas o particulares que se acercaron”, expresó José Alberto López, el martillero público responsable del remate.

“Se ha observado una gran cantidad de gente interesada y lo importante es que no fueron uno o dos los que compraron, sino varios los que lo hicieron. Por lo menos ha habido 20 compradores distintos”, indicó López ante la consulta de EL DIARIO.

“Tenemos las mejores expectativas para las dos próximas jornadas, cuando se terminará de rematar el resto de los bienes existentes que revisten otro nivel de importancia por su valor y utilidad”, advirtió el martillero público.

Cabe consignar que meses atrás ya se hizo un primer remate donde se subastaron vehículos y un terreno en el Parque Industrial de la empresa que perteneció a Pablo Roggia. En ese acto se recaudó el primer millón.

La gran incógnita a develar en las próximas horas es si lo recaudado alcanzará para cubrir la estela de acreencias (incluyendo un número importante de damnificados) que dejó la firma y el costo de la quiebra.

La deuda total estimada que dejó Planeta Aberturas es de 15,5 millones de pesos y de ese total hay cuatro millones que son reclamados por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).